Matxalen Ziarsolo finalizaba ayer el ciclo de renovaciones de Bera Bera, que cierra así su primera plantilla con 14 jugadoras (11 renovaciones y 3 fichajes), con las que tienen previsto iniciar la pretemporada a finales de julio. La ermuarra encara su 16ª temporada en el club donostiarra, donde ha vivido circunstancias muy diferentes, ha compartido vestuario con más de la mitad de las jugadoras que han pasado por el equipo en la División de Honor (que ya suman un total de 150 en 25 campañas), y ha vivido la evolución de los objetivos del equipo durante estos años, uno de los motivos que le han ayudado a mantener intacta su ilusión y su ambición.

Ziarsolo, que acabó la temporada con algunos problemas en su rodilla izquierda, se está sometiendo a un tratamiento que evitará el paso por el quirófano, y se muestra ilusionada cara a la nueva temporada. «Habrá que coordinar la defensa otra vez, tras la marcha de los dos pilares defensivos –Elorza y Núñez–, pero el equipo y las jugadoras tenemos ese espíritu defensivo, mantenemos la misma portería, y seguro que conseguiremos volver a tener una buena defensa. Y en la parte ofensiva ha llegado gente con calidad que nos aportará más tranquilidad».

Repasando su ya larga trayectoria, la ermuarra recordaba la emoción con que se vivió el primer título del club, la Copa que ganaron en 2007 en Valencia, «y sobre todo el cambio de perspectiva que supuso a partir de entonces, tratando de ir siempre a más y subiendo peldaños hasta conseguir ganar la primera Liga, jugar la Champions…».

Esa experiencia de la Champions League 2013-14 la subrayaba «como lo más bonito, algo que nos emocionaba, que hasta entonces habíamos visto de lejos, los partidos por internet… Fue uno de los momentos más importantes. También fue duro, estuvimos a punto de sorprender al Vardar en Donostia en la primera jornada, luego perdimos los tres partidos de fuera con bastante claridad, con nuestra plantilla estábamos obligadas a salir al 150% en cada partido para que no nos pasaran por encima, y nos enfadábamos al perder, aunque también sentimos cierto alivio al terminar, porque exigía mucho esfuerzo».

Desde la temporada 2000-01

Matxalen Ziarsolo llegó de Ermua al Bera Bera con 18 años y acaba de cumplir 33 el pasado mes de febrero. Aunque no aterrizó con buen pie, porque una grave lesión nada más iniciada su primera temporada (2000-01) le impedía volver a jugar el resto del año, desde entonces ha completado 15 temporadas consecutivas en el club donostiarra, lo que le convierte en testigo privilegiado de más de la mitad de la trayectoria del equipo en la División de Honor femenina.

Junto a Tati Garmendia (18 temporadas divididas en dos etapas de 7 y 11, con una en medio en el Milar L'Eliana, la 1998-99) y Esme López (16, todas en Donostia), Ziarsolo completa el trío de jugadoras con más temporadas, más partidos jugados y más goles del club. Casi uno de cada cuatro goles en partido oficial que ha marcado Bera Bera desde su estreno en la máxima categoría (más de 20.000, en 775 partidos), ha sido marcado por una de estas tres jugadoras.

Aunque las tres son las máximas exponentes en lo que a continuidad en el equipo se refiere, no son más que la punta del iceberg de un grupo de jugadoras que rondan las diez temporadas en Donostia, y que han ido pasándose el testigo convirtiéndose en principales referentes en la historia del club, forjando un estilo basado en una personalidad muy combativa.

Reyes Karrere jugó las 9 primeras temporadas en la División de Honor, tras formar parte del equipo que había logrado el ascenso en 1990, y luego siguió 12 más en el banquillo, donde sumó 348 partidos oficiales como entrenadora. Eider Rubio cumplió 11 temporadas en dos etapas (5 y 6), con un paréntesis de seis años en otros clubes. Las hermanas Pinedo están igualadas con 9 campañas cada una.

Patri, ya retirada, finalizó su trayectoria con tres años más en Itxako, mientras que Eli afrontará su décima temporada tras su reciente renovación, divididas en una primera etapa de cinco años, seguidos por otros siete en su periplo por varios equipos, para volver y sumar ya cuatro campañas más en Donostia, en las que han llegado los mayores éxitos. Y tres jugadoras más permanecieron nueve años en Bera Bera: Amaia Ugartemendia, Zulai Agirre y Libe Altuna.