Los favoritos sufren lo suyo para acceder a octavos
Serena Williams estuvo contra las cuerdas ante la número 101 del mundo.
La número uno del mundo Serena Williams puso el suspense en la pista central Arthur Ashe Stadium antes de pasar en la madrugada del viernes al sábado a los octavos de final del Abierto de Estados Unidos tras vencer por 3-6, 7-5 y 6-0 a su compatriota Bethanie Mattek-Sands. La menor de las hermanas Williams, que volvió a estar inconsistente con su juego, logró con su poder físico seguir con el sueño de alcanzar el pleno de Grand Slams esta temporada.
Pero por lo que demostró ante Mattek-Sands, la número 101 del mundo, Serena tendrá que mejorar cuando llegue la segunda y decisiva semana del Abierto, porque necesitó una hora y 52 minutos antes de poder conseguir el triunfo, que no tuvo claro hasta concluida la primera hora y media de partido.
Eso sí, Williams arrolló a su rival en un tercer set que liquidó en tan sólo 25 minutos, lo que le dio el billete para medirse a la joven promesa Madison Keys, que venció por 6-3 y 6-2 a la polaca Agnieszka Radwanska. «No he vuelto a jugar bien ni a tener consistencia desde el principio, lo que creo que es algo mental más que físico», comentó Serena al final del encuentro.
Su hermana, Venus Williams, derrotó 6-3 y 6-4 a la suiza Belinda Bencic y deja abierto el camino para un posible duelo con Serena, si en los octavos supera a la estonia Anett Kontaveit. También lograron el pase la rusa Ekaterina Makarova, que derrotó 6-3 y 7-5 a la ucraniana Elina Svitolina, o la tenista de Quebec Eugenie Bouchard: 7-6 (11), 4-6 y 6-3 a la eslovaca Cibulkova.
Cilic se fue a cinco sets
En el cuadro masculino, Novak Djokovic, 6-3, 7-5 y 7-5 a Andreas Seppi, encabezó la lista de los favoritos que lograron el pase a octavos, seguido por el croata Marin Cilic, campeón defensor del título, que tuvo que disputar cinco mangas antes de conseguir la victoria por 6-7(7), 7-6(1), 6-3, 6-7(7) y 6-1 ante el kazajo Mikhail Kukushkin.