Una Diada y dos semanas para el todo o nada del 27 de setiembre
La ANC y Òmnium Cultural confían en volver a sacar a la calle a centenares de miles de catalanes con motivo de la Diada, que este año coincide con el inicio oficial de la campaña electoral para el 27 de setiembre, en el que el independentismo se juega su futuro. El objetivo: llenar la avenida Meridiana para llenar las urnas de aquí a dos semanas.
Tanto la Assemblea Nacional Catalana (ANC) como Òmnium Cultural, organizadoras de la que se prevé cuarta Diada multitudinaria, insisten en que la movilización con la que esperan llenar la avenida Meridiana de Barcelona esta tarde no es un acto electoral. Y formalmente no lo es. Pero a falta de poco más de dos semanas para las elecciones plebiscitarias del 27 de setiembre y metidos ya en una campaña que empezó hace mucho y que oficialmente arrancó la pasada medianoche (con las pertinentes encarteladas), no hace falta engañar a la parroquia y negar que la jornada de hoy marcará el camino hasta el 27S, fecha en la que el independentismo dará un paso de gigante. Todavía falta por ver si para adelante o para atrás.
Al margen de la guerra de cifras que de buen seguro volverá a desatarse al atardecer, el número de preinscritos prácticamente asegura el éxito de la movilización. Según informaron ayer los organizadores, las preinscripciones llegaron a la cifra mágica de 485.000 personas, que son las que las entidades consideran necesarias para llenar la Meridiana. En cualquier caso, siempre son muchas más las personas que finalmente acuden pese a no haberse preinscrito, por lo que un fracaso estrepitoso apenas es una posibilidad hoy.
No faltará, sin embargo, quien se afane en destacar que habrá menos gente que hace un año (cuando se llenaron las avenidas Gran Vía y Diagonal en una V) o hace dos (cuando se completó la cadena humana de 400 kilómetros). Será difícil de calcular, pero es bastante factible que así sea. No significa nada especial: teniendo la cita con las urnas asegurada (no pasaba lo mismo el año pasado con el 9N), más de un independentista se lo pensará dos veces antes de hacer 100 kilómetros para ir a Barcelona, y muchos no dejarán escapar el puente de tres días (hoy es festivo en Catalunya). Todos saben que el partido de verdad se jugará el 27S, empezando por las entidades, que han volcado sus recursos humanos más en la campaña que en la Diada.
Aunque la actividad se desarrollará durante todo el día –a la mañana serán protagonistas las habituales ofrendas en el Fossar de les Moreres y en el monumento a Casanova, así como la manifestación de Rescat en apoyo a las presas políticas–, las miradas apuntan a las 17.14, hora en la que un puntero gigante transportado por varios deportistas recorrerá los 5,2 kilómetros de la avenida Meridiana.
Desde Nou Barris hasta el parque de la Ciutadella, donde está el Parlament y donde está montado ya el escenario central, el puntero recorrerá una avenida dividida en 135 tramos (uno por cada escaño del Parlament) y en 10 secciones temáticas diferentes. Cada una de las secciones tiene asignados pequeños punteros de un color determinado –la diversidad, el verde; la solidaridad, el rojo, por ejemplo–, que los manifestantes alzarán al paso del puntero gigante, creando así el mosaico humano que el independentismo espera que vuelva a dar la vuelta al mundo.
El simbolismo también estará presente en el escenario principal, que estará adornado con 9.000 papeletas electorales del 9N, con el objetivo de recordar que aquellos votos no fueron en vano. Y es que es así como el independentismo encara las elecciones del 27S, como la segunda vuelta, esta vez definitiva y vinculante, de la consulta del 9N.
Presencias y ausencias
La movilización finalizará con los discursos de los presidentes de la ANC y de Òmnium, Jordi Sánchez y Quim Torra, respectivamente, a quienes seguirá la vicepresidenta de la Assemblea, Liz Castro, que ofrecerá un discurso en inglés destinado a los medios internacionales. Participarán, además, la mayoría de candidatos de las listas independentistas. Por parte de Junts pel Sí lo harán, entre otros, el cabeza de lista, Raül Romeva, y las expresidentas de la ANC y de Òmnium, ahora números dos y tres de la lista conjunta: Carme Forcadell y Muriel Casals, respectivamente. También asistirá el número cinco de la lista y presidente de ERC, Oriol Junqueras, si bien la participación del candidato a president y número cuatro de la lista, Artur Mas, es una incógnita. En las últimas Diadas, el president se escudó en el carácter institucional de su cargo para declinar asistir a las manifestaciones, pero en una reciente entrevista señaló que ahora el contexto es otro, ya que podría acudir como candidato de una lista. Buen conocedor de la importancia de los golpes de efecto, no es descartable que esta tarde aparezca en la Meridiana.
El que sí estará seguro es el candidato de la CUP, Antonio Baños, todo un «nativo» de la Meridiana, como a él mismo le gusta destacar. Y a su lado estará también el hasta ahora diputado de la Esquerra Independentista David Fernández, uno de los primeros en saltar contra los exabruptos etnicistas del líder de Podemos, Pablo Iglesias, el miércoles por la noche. «Esa gente de barrio que no se avergüenza de tener abuelos andaluces o padres extremeños tiene que sacar los dientes, no podéis consentir que os hagan invisibles en Catalunya», señaló Iglesias. «Ya vale, ¿no? ¿Alguna manía especial en intentar dividir a los catalanes por su origen? Vengo de Zamora. Soy independentista», respondió Fernández.
Aunque sin echar mano de argumentos identitarios, quienes no irán este año a la movilización de la Diada (sí que fueron en años anteriores) son el candidato de Catalunya Sí que Es Pot, Lluís Rabell, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Ambos se escudan en el carácter electoralista de la Diada de este año para declinar la invitación.
También participará en la Diada una nutrida representación de EH Bildu, que según informó ayer no participará en la campaña como coalición. Serán los diversos partidos que forman la coalición los que tomen parte en actos de las dos candidaturas independentistas, siempre con el objetivo de apoyar el proceso catalán.
La izquierda europea defiende el proceso en la víspera de la Diada
La plataforma Esquerres per la Independència, heredera de Esquerres pel Sí-Sí (activada hace un año con motivo de la consulta del 9N), reunió ayer en la plaza del Rei de Barcelona a representantes de varios partidos europeos de izquierda a favor del proceso catalán, entre ellos Sortu, el SNP escocés, el Sinn Féin irlandés, el BNG, el Partido Verde sueco y la Alianza Roja-Verde de Dinamarca. Además del apoyo a la Diada y al 27S, todos ellos coincidieron, en términos generales, en defender la independencia no como un objetivo finalista, sino como objetivo para construir países mejores y más justos.
Así lo destacó, en representación de Sortu, Pernando Barrena, que consideró que «la libertad con mayúsculas llegará cuando avancemos en la transformación social». «Podemos tener un Estado propio, pero si los derechos sociales no son para todos y todas, no sirve de nada», añadió el portavoz abertzale, que señaló que «sin independencia no tenemos la más mínima capacidad de cambiar el modelo». «Mientras seamos comunidades autónomas españolas, la posibilidad de conseguir justicia social es cero», remató.
También el diputado del Sinn Féin en Londres Paul Maskey, que trasladó el saludo de Gerry Adams al pueblo catalán, recordó que el crecimiento de su partido en el conjunto de Irlanda se debe a que están «a favor de la independencia, pero también en contra de las políticas de austeridad». «Tenemos que trabajar hombro con hombro, juntos tenemos que dejar claro a los gobiernos británicos y españoles que somos pueblos en marcha hacia la libertad y la independencia», añadió Maskey.
Antes, en nombre del SNP, la diputada en Londres Natalie McGarry también reivindicó que «la independencia no es cuestión de banderas, sino de poder tomar decisiones propias para mejorar la sociedad». También tomaron la palabra la eurodiputada sueca Bodil Valero, quien aseguró que el Gobierno de su país no pondrá obstáculo ninguno a la independencia de Catalunya y recordó que Noruega se independizó sin mayores dramas de Suecia: «Y somos tan amigos».
El diputado del parlamento danés Nikolaj Villumsen, responsable de la moción que los diputados de su país aprobaron a favor del diálogo entre España y Catalunya con base al derecho a decidir, fue el encargado de cerrar un acto que condujeron los exdiputados de la CUP Quim Arrufat y del PSC Toni Comín.B.Z.