El Abierto de Estados Unidos concluyó con uno de los clásicos de la última década, protagonizado por el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, y el suizo Roger Federer, segundo favorito. El primer duelo que tenían ambos en una final del US Open desde 2007, gracias al resurgir de Federer, que a sus 34 años, ha intentado durante toda la temporada restablecer el “viejo orden” que impuso en el circuito con su tenis magistral.

No fue posible, como le sucedió en la pasada final de Wimbledon, Djokovic volvió a encontrar la manera de hacer que los tantos decisivos cayesen de su lado y después de tres horas y 20 minutos lo derrotó por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4, aunque el suizo tuvo también claras oportunidades de haber ganado y estuvo siempre en el partido.

La victoria de Djokovic deja empatada a 21-21 la serie que ambos han jugado en el circuito profesional, pero el balcánico lograba el noveno título de Grand Slam de los últimos 18 que ha disputado por uno que ha ganado Federer de seis, aunque el suizo tenga 17.

«Había mucho apoyo para Roger. Algo para mí. Traté de centrarme en los que me animaban. Pero no puedes venir aquí y criticar al público. Al contrario, creo que es lógico esperar que un gran jugador y campeón como Roger tenga la mayoría del apoyo en cualquier sitio en el que juegue contra él. Ha sido una temporada increíble. Seguramente con la de 2011 la mejor de mi vida, pero este año estoy disfrutando más que nunca, porque soy marido y padre», señaló el campeón, dejando claro que a sus 28 años es el mejor jugador en pista dura que hay actualmente en el circuito y de no haber sido por el suizo Stan Wawrinka, que le ganó en Roland Garros, estaría celebrando su primer ciclo completo en el Grand Slam el mismo año.

No lo consiguió, pero sí cumplió con todos los pronósticos de acabar el año como el mejor del mundo con una marca de 63-5 y siete títulos individuales, incluidos tres de los cuatro grandes, además de dejar en 40-4 la estadística en los partidos que ha disputado en pista dura.

El serbio pasa a formar parte del grupo de ocho tenistas con al menos diez títulos de Grand Slam. Djokovic acumula dos US Open (2011 y 2015), tres Wimbledon (2011, 2014 y 2015) y cinco Abiertos de Australia (2008, 2011, 2012, 2013 y 2015).

Federer dejó claro que piensa seguir dando guerra. El domingo se sintió muy bien físicamente, a pesar de que el partido se prolongó. «Este es, creo, el más largo que he jugado en toda la temporada. Era muy interesante ver cómo lo llevaba. Estoy muy contento, no tuve problemas», señaló el recordman de grandes.