Joseba ITURRIA
REAL

Olaverri también intenta frenar el tercer Plan para remodelar Anoeta

El abogado, que ha impedido a la Real cumplir su objetivo de eliminar las pistas y ampliar aforo, ha alegado para pedir su paralización.

El abogado y cargo público del PSE-EE en la década de los 80 Javier Olaverri también ha presentado junto a José Manuel Barrenetxea unas alegaciones para parar el Plan Especial aprobado en setiembre por la Junta de Gobierno del ayuntamiento de Donostia para remodelar Anoeta con la eliminación de las pistas de atletismo y una ampliación del aforo a 42.000 aficionados.

Las alegaciones de Olaverri se suman a las del también ex-concejal en el ayuntamiento de Donostia, Félix Soto, avanzadas por GARA el pasado martes. El escrito de alegaciones del abogado, al que también ha tenido acceso este diario, es mucho más extenso. Tiene 28 páginas y entre otras cuestiones solicita que «se retire el proyecto por no responder a las necesidades de esta ciudad y no ser prioritario este gasto para unos contribuyentes en tan duras situaciones económicas».

También reclama que se «suspenda la tramitación del Plan Especial hasta que pueda certificar la disposición de las otras administraciones a aportar los 20 millones de euros que les asigna este Plan Especial y la Diputación Foral de Gipuzkoa apruebe el Plan Económico-financiero que autorice al Ayuntamiento a endeudar en 16,5 millones de euros para financiar la reforma de Anoeta».

También solicita varios informes. Entre ellos uno que «garantice que hay espacio suficiente para cumplir la regulación sobre el espacio exterior seguro que obliga la CTE-DB-SI» y otro a la Española de rugby «sobre si el campo diseñado en el Plan Especial es apto para la celebración de partidos de rugby profesionales de nivel internacional».

Un convenio clave

Para sostener sus peticiones, Olaverri subraya el convenio de arrendamiento firmado en 1993 entre Anoeta Kiroldegia, sociedad pública propietaria de la instalación, y la Real. El abogado señala que si el club «como inquilino desea remodelar o reformar el estadio de Anoeta debe dirigirse al propietario y explicar las razones del cambio y la forma de financiación que propone, que se debe ajustar a lo que dice el convenio».

Añade que «el Ayuntamiento se equivoca deliberadamente al aplicar el convenio, tratando de hacer pasar como gran reparación lo que es un evidente proyecto de reforma y ampliación, con la pretensión de que la Real solo pague el 25% del coste de esa supuesta gran reparación. Como ya les advirtió por escrito personal de Javier Olaverri Zazpe a los concejales de la anterior legislatura que aprobaron las bases del concurso para la adjudicación de la remodelación de Anoeta, eludir aplicar correctamente el Convenio de arrendamiento que rige Anoeta supone malversar los fondos públicos y eso es un hecho que puede generar responsabilidades penales».

Recuerda que la «sentencia del TSJPV del 28 de marzo de 2014 anuló el primer Plan especial de Anoeta por carecer de justificación y ser un ejercicio de urbanismo a la carta o decisionista prohibido en nuestra legislación».

Olaverri reitera que los objetivos del Plan responden al interés de la Real y no de la ciudad: «Por lo tanto aprobar un Plan Especial con estos objetivos constituye un flagrante caso de desviación de poder, lo que está prohibido en nuestra legislación».

Defiende la conveniencia de mantener el único estadio vasco, que la nueva altura del campo perjudica al barrio de Amara, que hay problemas de seguridad, que falta un informe de legalidad, eficiencia y eficacia de la inversión pública y, lo más destacado por los críticos al Plan, que «estamos ante una reforma que debe ser financiada al 100%» por la Real.

Así subraya que el convenio recoge que serán por cuenta del club «todos aquellos gastos de reforma ocasionados por la adaptación del estadio a las disposiciones y acuerdos federativos» y los «gastos de reforma del terreno de juego ocasionados por el uso continuado y las reformas derivadas de razones técnica deportivas».

Recuerda que el convenio recoge que la Real «quedará obligada a participar en un 25% en los gastos derivados de las grandes reparaciones del estadio. Dichos gastos serán determinados por el órgano administrativo pertinente previo informe de la Comisión de Seguimiento. En caso de disconformidad, la Comisión solicitará el dictamen de un perito designado de común acuerdo».

En este debate de si es una reforma de Anoeta o una gran reparación, fórmula elegida por el ayuntamiento, Olaverri defiende lo primero en virtud «de la ley de contratos del sector público, cuyo artículo 122 dice que el concepto general de reforma abarca el conjunto de obras de ampliación, mejora, modernización, adaptación, adecuación o refuerzo de un bien inmueble ya existente. Se consideran como obras de reparación las necesarias para enmendar un menoscabo producido en un bien inmueble por causas fortuitas o accidentales».

El ex-concejal no recoge en sus alegaciones que el mismo convenio refleja en lo referido al mantenimiento de la instalación que la Real no debe asumir los costes «relativos a la obra civil (estructura de hormigón, cubiertas, fachadas, escaleras, etc.) siendo los mismos sufragados exclusivamente por Anoeta Kiroldegia».

Comparación con San Mamés Barria... solo con el aforo

Al leer sus alegaciones, uno tiene la sensación de ver a Olaverri disfrutar al sentirse capaz de parar un deseo ante el que EH Bildu logró poner de acuerdo a todos los partidos políticos y a la Real en una remodelación del estadio de Anoeta que no iba a costar un euro al ayuntamiento que dice defender y a la Diputación guipuzcoana, que solo iba a poner dinero al miniestadio entonces.

El nuevo equipo de Gobierno se lo ha puesto más fácil al decantarse por un Plan que puede chocar con el convenio y recoge que el ayuntamiento financia 16,5 millones. Ha estado acompañado de una petición a la nueva Diputación para que también aporte 10 al campo. Lo curioso es que en sus alegaciones compara el proyecto de Anoeta con San Mamés solo al discutir la conveniencia de ampliar el aforo, pero sin citar que el campo del Athletic se ha abonado en un 50% con dinero público y en otro 25% con la aportación de Kutxabank.

Entonces Olaverri no se movilizó para defender los mismos argumentos a pesar de que el 25% de la aportación al campo era del Gobierno Vasco, que se financia en un 70% de lo que recaudan las Diputaciones, entre ellas la guipuzcoana. Se puede discutir todo, pero no es coherente un señor que solo obtiene protagonismo para parar el deseo del club que más dinero está dispuesto a poner en una instalación que ni es suya, pero que no movió un solo dedo cuando sus compañeros de partido apoyaron en su asalto a Lakua el nuevo San Mamés. Joseba ITURRIA

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