Recuerden este nombre
El Napoli es líder 25 años después, James Vardy sigue haciendo historia y un refugiado de la guerra de Sierra Leona golea en EEUU.
Dicen que si Roma es un museo al aire libre, Nápoles es un teatro a cielo abierto. «Vedi Napoli e muori» (Ve Nápoles y muere) se suele decir… No deja indiferente. Aunque solo sea por su pizza, la mejor del mundo. Nápoles tiene alma. San Gennaro es su patrón, lo aman. Y el calcio su amante. Es religión. La última vez que su SCC Napoli lideró en solitario la Serie A el ‘Pelusa’ Diego Armando Maradona vestía la elástica azzurra. Hace de eso 25 años. Un mundo. Esta semana, el club partenopeo vuelve a estar en lo más alto, aupado en los goles de Pipita Higuaín, 12 ya, y la parada milagrosa de Pepe Reina en el último suspiro con 2-1 en el marcador. Fue de tal magnitud su acción que hasta el popular speaker de San Paolo, Danielle Bellini, el ‘arte del decibelio’, 34 años y barba descuidada, cantó su nombre ¡Hi-gua-ín! como si de un nuevo gol napolitano se tratara.
Un total de 29 de 33 puntos posibles han encaramado a los terroni a lo más alto. Su triunfo ante un buen Inter –a un punto– le pone por delante en un campeonato muy apretado en la cabeza, con la Fiorentina y la Roma pisando sus talones, y la Juventus que sigue ganando y ya es quinta, a siete del líder. Aunque quien más lo festejó esta jornada, Napoli al margen, fue el Udinese, cuyos jugadores, tras ganar 2-3, comieron con sus tifosi en un área de servicio a la vuelta. Todo lo contrario de Rudi García y su Roma, que tras ser goleada por el Barça en Champions, perdió 0-2 ante el Atalanta, entre abucheos de los suyos.
Aunque para apretada, la Premier League. Del primero al décimo clasificados, diez puntos de diferencia. Y en la cima, el Leicester comparte esta semana liderato con el City. A estas alturas del partido no debe de haber nadie en el planeta fútbol que no sepa que el goleador Jamie Vardy –recuerden que llegó a llevar una tobillera electrónica por una pelea en un pub– jugaba hace cuatro años en la sexta división inglesa y ahora, a sus 28 velas, es la sensación del campeonato. Y es que con su nuevo gol esta jornada ha igualado la racha de Stan Mortensen (Blackpool, 1951) de 11 tantos seguidos y solo le falta superar a Jimmy Dunne (Sheff Utd, 1931-32) con 12. ¿Soprendente lo suyo? Si tenemos en cuenta que fue máximo goleador de la National League con 27 tantos militando en el Halifax Town y que anotó 30 más en la League Two con el Fleetwood Town, quizá no extrañe que ahora sea el nuevo hombre récord. «Jamie Vardy. Remember the name and this tweet», fue escrito en una cuenta de tuiter por un misterioso usuario... en enero de 2011. Y acertó. Lo curioso es que dicha cuenta está abandonada desde 2013 y ahora mismo su mensaje tiene más de 20.000 retuits. Increíble.
El City vende acciones a China
Vardy anotó el tanto del empate ante el United, mientras el City ganó en el regreso del canario David Silva dos meses después de su lesión. Los Citizen han anunciado, además, que cambiarán su escudo y plantean a sus aficionados la posibilidad de borrar con láser los tatuajes del actual. No sabemos si esta modificación tendrá algo que ver con que City Football Group, empresa propietaria del club, haya anunciado que un consorcio chino ha adquirido un 13% de las acciones por 400 millones. El objetivo de la venta es potenciar la presencia del grupo, que también posee el New York City y el Melbourne City, en Asia. Este movimiento financiero implica que Abu Dhabi United Group, la compañía del jeque Mansour, ya no será unica propietaria de grupo y su control se reduce al 87%, en unas negociaciones que duran ya meses y que se formalizan después de que el presidente chino, Xi Jinping, visitara el ManCity este octubre.
También el Chelsea anda metido en negocios. El distrito de Fulham and Hammersmith ha confirmado que ha recibido una solicitud de los Blues para construir un nuevo estadio sobre el actual Stamford Brigde, pero con capacidad para 60.000 espectadores, a iniciar en 2016, y diseñado por los mismos que idearon el Allianz Arena de Múnich, el Olímpico de Beijing o el nuevo campo del Burdeos.
La duda radica en saber si José Mourinho seguirá al frente del equipo en ese futuro escenario. Sacó un pírrico 0-0 en casa del Tottenham en otra pobre imagen de los suyos y de pasó dejó abierto otro incendio más tras comprobar la actitud de Diego Costa –con el que en competición europea tuvo altercado en el descanso–, al que mandó calentar, no le sacó y el hispanobrasileño le lanzó el peto. «Ha sido el último jugador que he llevado al banquillo. Le he mantenido en el equipo mucho tiempo», fue el mensaje posterior del portugués.
Su homólogo Arsene Wenger tampoco se libra de los quebraderos de cabeza. Lo peor no fue empatar en casa del Norwich, sino que tres jugadores gunners cayeron lesionados, Alexis Sánchez, Santi Cazorla y Koscielny, tres pilares. Los londinenses suman 23 lesiones desde agosto y en noviembre más jugadores lesionados que puntos sacados. Así que entre una cosa y otra, el que más sonríe es el bueno de Jurgen Klopp, cuyo Liverpool ganó y ya se coloca sexto. Dicen que quiere pescar este invierno en su exequipo, pero él lo niega. Y es que el Borussia Dortmund sigue con paso firme liderado por los goles de un Pierre ‘Batman’ Aubameyang que no se frena. Dos tantos más esta jornada y ya son 17 en 14 partidos de Bundesliga, récord en las cinco grandes ligas europeas, y de pasó los renanos le endosaron cuatro goles al histórico Stuttgart, colista, que recibe esa cifra por tercera jornada consecutiva. El Bayern sigue a lo suyo, 2-0 al Hertha, otro buen partido de Javi Martínez –el francés Ribery volvió ayer a entrenar ocho meses después–, y 40 puntos, otro récord a estas alturas de temporada. Aunque no récord pero sí detallazo el del turco del Bayer Leverkusen Hakan Çalhanoglu, al que por su condición de musulmán un aficionado del Schalke le lanzó un pedazo de carne de cerdo al ir a sacar un córner, lo tomó con la mano –la carne ¿eh?– y sacó del campo no sin antes bendecirlo.
El derbi de Cracovia, Guerra Santa
No era un partido de rivalidad, como el Werder Bremen-Hamburgo, el Nordderby que se jugó por 103ª vez, o como el clásico polaco de la ciudad de Cracovia, 1-2 esta jornada entre el Wisla –bautizado así por el río que cruza el país– y el MKS Cracovia –y no Kraków, pues fue bautizado con la forma latina de la ciudad para refrendar su compromiso católico y polaco–, más conocido como la ‘Guerra Santa’, en la que los hinchas del Wisla llaman ‘judíos’ a sus rivales –aunque apenas queden en la ciudad– y estos les tilden de nazis –hubo un tiepo en que sus hinchas imitaban el sonido de las cámaras de gas– o ‘perros’, que era como se conocía a la policía secreta comunista bajo el Telón de Acero, al haber sido un club respaldado por ésta, la Milicja Obywatelska. Con sus respectivos estadios separados por solo 700 metros, estos derbis suelen estar marcados por una rivalidad violenta, tanto que fue definida como ‘la ciudad de los cuchillos’ porque sus hooligans rechazaron las peleas sin armas.
Por lo que protesta la hinchada de un clásico como el Colo-Colo chileno es porque los dueños del club, justo en el 90 aniversario de la fundación de los Caciques, quieren introducir el amarillo en la sagrada equipación de color blanco, que data de 1925. Un riguroso respeto a la tradición desconocida en el incipiente fútbol estadounidense. Final inédita este domingo de la Major League Soccer, entre Columbus y Portland. Y todas las miradas en el mejor jugador de los play-offs, el goleador Kei Kamara, quien de niño se refugió en Gambia de las balas y muertos de la calle en Sierra Leona y acabó en Ohio con hambre de gol. Recuerden su nombre.