El actual ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, fue ayer el primero en expresar sus condolencias por la muerte de Antoni Asunción, que ocupó ese cargo en el Gobierno de Felipe González en 1994 durante un breve tiempo (dimitió tras la huida de Luis Roldán). Sin embargo, ha pasado a la historia, y así lo destacaban ayer las informaciones de agencia, por haber sido desde 1988 director general de Instituciones Penitenciarias y por tanto impulsor de la política de dispersión dentro del ministerio que dirigía Enrique Múgica.

Dado que esta política todavía se mantiene en la actualidad, hace ahora un año Asunción fue entrevistado en Valencia por EiTB para un reportaje sobre la dispersión (‘‘Urruti’’), realizado por el programa ‘‘Ur handitan’’. Ahí justificó aquella medida: «Tuvo muchísimo sentido y era un plan elaborado minuciosamente elaborado y consensuado con el PNV». Aseguró, tergiversando los datos reales, que gracias a ella se produjeron unas 150 excarcelaciones de presos vascos que optaban por la «reinserción», pero lamentó que años después se dejara de trabajar esa vía con tanta intensidad como él lo hacía.

Preguntado en el documental sobre el sufrimiento que todavía hoy produce la dispersión a los familiares de los presos, Antoni Asunción respondió que «es una responsabilidad de ETA, ese sufrimiento lo genera ETA». Y al recordársele que existen madres y padres de presos vascos que por motivos de edad ni siquiera pueden verles, replicó al periodista: «No le dé más vueltas, yo soy persistente y estoy de acuerdo con eso».

Tras sus etapas como responsable de Instituciones Penitenciarias primero y ministro después, Asunción pasó a ocupar otros cargos en su comunidad natal y en las filas del PSOE valenciano. Ha fallecido a los 64 años a consecuencia de una enfermedad que le fue detectada hace muy poco.