Llega el 8 de marzo y en los días previos las mujeres empiezan a asomar en las portadas. También en el deporte. Se habla de las 4.000 que corrieron hace dos días en Donostia la 27ª edición de la Lilaton –la carrera que consiguió que muchas mujeres descubrieran el atletismo y bastantes de ellas hayan terminado enganchadas–, o esa regata femenina popular que se organiza en Barrika y va por su novena edición con kayak de por medio como ejemplos cercanos.

En torno al «Día Internacional de la Mujer Trabajadora» se vuelve a reivindicar la igualdad, la visibilidad... mientras las deportistas, sobre todo las profesionales, abogan a que esto no se quede en flor de un día. Al rededor de esta jornada también se ha puesto en marcha el Premio Carmen Adarraga, que lleva el nombre de la pionera hernaniarra que en la década de los 40 jugaba a hockey hierba, baloncesto y balonmano.

Creado por el Departamento de Cultura y Deportes de la Diputación con esto se pretende reconocer «la trayectoria y la actitud de una deportista guipuzcoana que haya destacado en cualquier época». El premio, consistente en una obra del escultor Ricardo Ugarte, lo recibió ayer Coro Fuentes, que ha salido últimamente en los medios de comunicación recordando los viejos pero también los nuevos tiempos. Nacida en Iruñea el 1 de mayo de 1951 e instalada en Donostia pocos años después, ha dedicado su vida al atletismo, primero corriendo y ahora formando a las nuevas generaciones en la Gimnástica de Ulia.

Una mediofondista singular

Fue la primera mujer del estado en acudir a un Europeo junior y una de las de tres primeras en ir a un Europeo absoluto. Sobre todo mediofondista, llegó a batir 17 récords de España entre 1969 y 1971 en distintas disciplinas: 1 en 400 metros; 7 en 800; 2 en 1.000 y 7 en 1.500. Ganó 5 títulos en los Campeonatos de España al aire libre (3 en 800 y 2 en 1.500) y otros 3 en pista cubierta (800 metros). También le daba al cross, pero sobre todo le gustaba la pista y más la cubierta.