Las derrotas ajenas, único consuelo
Sin dar sensación de poder optar a la victoria, Gipuzkoa Basket se rindió con el 29-47 de la primera mitad.
RETABET.ES GBC 69
BARCELONA 84
A la espera de lo que haga Manresa esta tarde en la cancha del Joventut de Badalona, el único consuelo del mediodía de ayer para Retabet.es Gipuzkoa Basket fue que Obradoiro y Estudiantes también perdieron. Magra recompensa para un equipo donostiarra que, pese a que se enfrentaba a una versión algo descafeinada del líder de la ACB, un Barça plagado de bajas, después del 29-47 con el que se llegó al descanso solo pudo maquillar el resultado.
«Sé que es normal perder esta clase de partidos, pero quiero más energía de mis jugadores; necesito que se liberen más». Porfi Fisac se quejaba amargamente por una actitud en apariencia derrotista de sus muchachos, que poca resistencia podían oponer a un Barça liderado por Satoransky y Abrines en los primeros compases. «No podemos esperar a que el resultado sea adverso. Necesitamos salir con empuje y ambición desde el principio», recalcaba el preparador segoviano después de otra dura derrota.
Porque si el primer cuarto fue malo, el segundo fue peor. Marcus Landry sumó los mejores números del curso, gracias probablemente a jugar sus mejores minutos. Txemi Urtasun y Grimau también le echaban una mano, pero ver los números y la facilidad con la que Doblas era superado, por poner un ejemplo de jugador irreductible, pone de manifiesto que la fe en la victoria nunca estuvo presente entre los locales. El Barça jamás echó de menos las bajas de Ribas, Navarro o Joe Dorsey –ayer sí que jugó Samardo Samuels, y hasta se permitió machacar por encima de Agbelese en un lance del partido–, y los 15 puntos finales de diferencia solo respondieron a un ataque de amor propio de los de Fisac, aderezado por la lógica relajación culé, que jamás vio en cuestión su triunfo.
El segundo cuarto se cerraba con un parcial de 11-21, y silencio, resignación por el 29-47 del luminoso, así como del caminar de Gipuzkoa Basket hacia el fondo de la clasificación.
«Ellos han estado muy acertados en la primera parte, pero es que nosotros estamos blandos», se lamentaba Fisac. «No hemos estado intensos y al no meterlas, hemos rebajado nuestras acciones defensivas», analizaba.
¿Quién puede parar a Tomic?
Ante Tomic suele manejarse muy bien en sus visitas a Illunbe. Ya desde su lejano debut con el Real Madrid, el pívot croata siempre ha dejado detalles de su enorme clase en el coso donostiarra. Un jugador como él, siempre bajo el prisma de la sospecha, precisamente por blando, pudo en el mediodía de ayer regalarse un homenaje con su buen juego de espaldas. El pívot dálmata anotó y regaló canastas, mientras que se hacía grande en la defensa del rebote.
Ni él ni Satoransky tuvieron quien los parara. Landry seguía con su empeño de impedir una desventaja mayor, pero ahí terminaban las aspiraciones donostiarras. En efecto, el global de los segundos 20 minutos fue de 40-37 para Gipuzkoa Basket, pero eso no provocó que los de Xavi Pascual sufrieran mucho.
De hecho, el preparador culé aprovechó las facilidades guipuzcoanas para dar minutos a gente como Marcus Eriksson o Vezenkov, y el joven jugador búlgaro le respondió anotando 15 puntos y capturando 8 rebotes. El Barça, además, compartió muy bien el balón, repartiendo 24 asistencias, con siete jugadores dando un mínimo de dos pases de canasta.
Ante esa tesitura, no tocó más que claudicar y dar gracias por las derrotas de Estudiantes y Obradoiro, amén de pedir a la Penya el favor de que supere a Manresa esta tarde.
«Voy a seguir creyendo y trabajando», aseguraba Fisac. Pero es que casi parece el único.