El TS anula una condena a Etxebarria y Zapirain por no investigar las torturas
El Tribunal Supremo ha anulado una pena de quince años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional a Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, juzgados por un ataque a una oficina del INEM en 2006. Ha asumido la jurisprudencia del TEDH, que en 2014 condenó al Estado español por no investigar las denuncias de torturas de Etxebarria y Ataun.
El Tribunal Supremo español ha anulado una sentencia contra Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria porque la Audiencia Nacional no investigó sus denuncias de torturas. Ha invalidado el castigo a quince años de prisión impuesto por un ataque a una oficina del INEM en enero de 2006, y ha ordenado la repetición del juicio.
Según informó la agencia Europa Press citando fuentes jurídicas, el Supremo ha aceptado el recurso de la defensa, que alegó un quebrantamiento de forma, dado que la Sala se opuso a la práctica de una prueba pericial sicológica; y ha asumido la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que en octubre de 2014 condenó al Estado español por no investigar la denuncia presentada por la propia Etxebarria y Oihan Ataun.
En el caso de Etxebarria, Estrasburgo ordenó indemnizarle con 29.000 euros por no haber realizado una investigación «profunda y efectiva» sobre su denuncia de torturas y violación durante el periodo de incomunicación en dependencias de la Guardia Civil. Los jueces del TEDH advirtieron de que «las investigaciones efectivas que se imponían por la situación de vulnerabilidad de los demandantes no tuvieron lugar», e instaron a Madrid a adoptar las recomendaciones del Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa, que reclama mejoras en el examen médico-legal y apuesta por «mantener una vigilancia apropiada «para evitar abusos y proteger la integridad física de los detenidos».
Cabe recordar que durante el juicio en la Audiencia Nacional, Zapiriain, Etxebarria y Saioa Sánchez, la tercer procesada por el ataque a la oficina del INEM, se desdijeron de las declaraciones incriminatorias por haber sido hechas bajo tortura, y negaron su participación su participación en los hechos. Etxebarria también recordó ante los magistrados del tribunal de excepción el falló del TEDH y la posición del citado comité europeo, que consideró «creíble y consistente» el relato de la represaliada vasca. Un duro relato que comienza el 1 de marzo de 2011, cuando agentes de la Guardia Civil «revientan la puerta, me agarran del pelo y me llevan en volandas al salón».
El testimonio de Etxebarria, disponible en NAIZ, da cuenta de las vejaciones a las que fue sometida en el traslado a Madrid. «Durante el viaje me dan golpes y collejas en la cabeza y constantes amenazas. Me dicen que van a parar el coches y ‘te voy a poner en pelotas, te tiro en la nieve y te voy a abrir en canal’. ‘El Comisario’ se quita la chaqueta y empieza a restregarse contra mi cuerpo. El otro policía que estaba a su lado apacigua al ‘El Comisario’, pero también me amenaza. Me hacen ‘la bolsa’ dos veces de camino a Madrid», recuerda la presa.
Habitación «dura y muy dura»
Una vez en Madrid, Etxebarria detalla los malos tratos a las que fue sometida en lo que ella denomina la «habitación dura». «Me sientan una silla y me mojan las manos, mientras escucho ruidos de algo que parecen electrodos. Cuando estaba en la celda también escabuchaba esos mismos ruidos. Me dicen que tengo que hablar y me empiezan a quitar la ropa hasta dejarme totalmente desnuda. Estando desnuda me echan agua fría por encima. Me vuelven a poner ‘la bolsa’ hasta tres veces seguidas. Me ponen a cuatro patas encima de una especie de taburete. Me dan vaselina en el ano y en la vagina y me meten un poco un objeto. Sigo desnuda y me envuelven en una manta y me dan golpes. Me agarran, me zarandean y me levantan del suelo», señala antes de narrar lo ocurrido días después en la «sala muy dura».
«Allí ‘El Comisario’ me vuelve a desnudar. Me estira del pelo, me da golpes en la cabeza y me grita al oído que es militar y que está entrenado para matar y que ‘te voy a destrozar toda por dentro para que no puedas tener pequeños etarras’», cuenta, y rememora lo ocurrido el anteúltimo día, cuando ‘El Comisario’ la vuelve a desnudar. «Tira una manta al suelo, grita y me dice que va a violar otra vez. Me da la impresión de que se empieza a quitar la ropa, escucho como se quita el cinturón. Al que llamaban Garmendia intenta tranquilizarle, lo saca de la sala y escucho como hablan. Garmendia entra otra vez y me dice que le prometa que voy a declarar. El último día tuve hasta seis interrogatorios», recuerda.
Etxebarria, que ante el juez negó la declaración policial y denunció haber sido torturada por la Guardia Civil, señala que «durante todo el periodo de incomunicación, salvo cuando iba a donde el forense, estuve con los ojos tapados con diferentes antifaces. Había alguno de látex que tenía una especie de polvo que ellos decían que si habría los ojos me iba a quedar ciega. [...] Cuando estaba con ‘El Comisario’, me ponían otro que era como de terciopelo».