Arnaitz GORRITI
BALONCESTO

Los rivales de EEUU se pasan de edad para el oro

A excepción de Francia, selecciones como Argentina o España no tienen capacidad física para evitar que losde Mike Krzyzewski obtengan su decimoquinto oro olímpico. La pelea por el podio se presenta más cerrada.

Da igual que en la selección de los Estados Unidos falten LeBron James, Stephen Curry, Blake Griffin, James Harden, Anthony Davis, LaMarcus Aldridge o Russell Westbrook –y tantos más–. Da igual, porque sigue siendo la selección favorita para llevarse el oro en el torneo de baloncesto, logrando su decimoquinto oro en el torneo olímpico, un pleno casi absoluto con las excepciones de Múnich 1972 –plata que aún no ha recogido la delegación norteamericana–, Seúl 1988 y Atenas 2004, amén de su ausencia de Moscú 1980 por el boicot a la URSS.

Kevin Durant, Carmelo Anthony y Kyrie Irving –MVP de la Final del Mundial 2014 y que estrena anillo de la NBA– lideran una selección en la despedida de Mike Krzyzewski, un Coach K que cederá el papel de seleccionador a Gregg Popovich fechando su ultima derrota en el Mundial de Japón 2006, un 95-101 sufrido ante Grecia en semifinales, un lejano 1 de septiembre.

Desde 2004, mucho ha cambiado la preparación estadounidense. Con un estilo sencillo, fácilmente reconocible de defensa de anticipación –con un empleo de las manos bastante más flagrante que los famosos pasos de salida–, contragolpes y rebote de ataque, aderezado con la mejoría en el pase y el triple –nada que ver con el doloroso espectáculo de Atenas 2004, en el que cualquier defensa en zona cutre se las hacía pasar moradas– los EEUU han arrasado, con puntuales apuros ante Lituania o Brasil, y dos victorias en finales olímpicas en el camino, Beijing 2008 y Londres 2012, como para grabar en la videoteca.

El problema será la falta de rivales a su altura. «Definitivamente, respetamos a España. Lo que ha hecho en el pasado y lo que hacen ahora. Respetamos su historia, a sus jugadores y a todo el mundo que integra ese equipo. Tenemos un enorme respeto por España», recalcaba Carmelo Anthony, pero la «generación de oro» hispana no tiene el aguante físico como para hacer tambalear de verdad a los Estados Unidos.

Aparte de Pau Gasol, curiosamente, Navarro, Calderón y Felipe Reyes forman parte de la «generación de oro» que dirá adiós a la selección hispana tras los Juegos. Pero Navarro está en las últimas, Calderón perdió sus «piernas de negro» hace años y Reyes siempre fue secundario.

Asimismo, sin Marc Gasol ni Ibaka –descartado por Mirotic–, con Abrines enganchado a última hora tras firmar con los Thunder de Oklahoma, con Rudy Fernández lastrado por su espalda, una eventual final competida contra EEUU solo llegaría de la mejor versión de Rubio y Sergio Rodríguez, Claver y Willy Hernangómez, y ni Sergio Scariolo se cree que vaya a suceder.

Tortas por el podio

Por otro lado, ser la comparsa estadounidense en la finalísima está muy caro. Argentina, sin Prigioni, opta a la última –¿penúltima?– hazaña de su «generación dorada». Ginóbili, Scola y Nocioni han recibido la ayuda de última hora de Delfino, que llega en buena forma tras años de ausencia por lesión. Asimismo, los Campazzo, Garino y Brussino le dan un aire nuevo.

Francia sí podría tener el físico adecuado para competir con los Estados Unidos, pero entre que su seleccionador, Vincent Collet, peca de conservador hasta desesperar, y que su fondo de armario –Heurtel, Kahudi, Florent Pietrus...– no resiste la comparación con Parker, Batum, De Colo o Gobert, parece que con la plata se darían con un canto en los dientes. Lituania, con Kalnietis como único base, será una mochila de 60 kilos en cualquier cruce, con Valanciunas y Kuzminskas como principales impulsores hacia el podio.

Serbia, en cambio, pierde a Nemanja Bjelica y Teodosic por lesión. Mientras, Brasil, con el recambio a última hora de Cristiano Felicio –ala-pívot de los Bulls– por Varejao, sorprende para bien, con Raul Neto, Marcelinho Huertas y Rafa Luz dando vida y brillo a una verde-amarela sobrada de cemento –y eso que no tiene a Splitter– y de motivación para la cita de su casa.

Se rifa bronce femenino tras EEUU y Australia

La última vez que la selección femenina de los Estados Unidos perdió un partido fue en Brasil. Concretamente, el 21 de septiembre de 2006, en el que caía por 68-75 ante Rusia. Desde entonces, el combinado norteamericano se muestra intratable, y no parece que en Río vaya a cambiar la tendencia. Y eso que el seleccionador Geno Auriemma se ha permitido dejarse a Candance Parker en casa.

Australia, con las pívots Liz Cambage y Marianna Tolo, y las aleros Penny Taylor y Laura Hodges, es la única que pudiera hacerle sombra, pero en caso exclusivo de acierto descomunal de las «opals».

La cuestión será ver qué equipo se hace con el bronce, con Serbia, vigente campeona de Europa, Francia –plata olímpica– y España como principales favoritas, y Turquía al acecho. Las ausencias de Dumerc en Francia y Sancho Lyttle en España, ambas por lesión, debilita a estos dos combinados, de forma que la Serbia de Marina Maljkovic –hija de Boza– gana enteros en subirse al cajón que queda «libre».A. G.