El baloncesto es un equipo en el que, sobre todo por efectos de la NBA, el uno contra uno y las actuaciones personales cada vez tienen más peso, pero en el que el trabajo colectivo es sencillamente imprescindible. Por ello, Patty Mills y Nicola Mirotic, dos jugadores que se han hecho un hueco en la NBA, en Spurs y Bulls respectivamente, coparán buena parte de los titulares de hoy, pero sus 24 y 23 puntos hubieran sido inútiles sin los buenos complementos que jugaron a su lado.

Australia se confirmó ayer como la propuesta baloncestística más atractiva y completa de estos Juegos, que ya puso en jaque a la propuesta física de Estados Unidos, y que ayer no tuvo ningún problema para deshacerse (92-64) de una Lituania que nunca estuvo cómoda en ataque y que echaron demasiado en falta a su referencia, el pívot Jonas Valanciunas.

El combinado de Andrej Lemanis saltó a la pista con su quinteto inicial de todo el campeonato y enseguida lograron poner tierra de por medio, con el no siempre valorado Dellavedova como complemento perfecto de Mills y Baynee.

En el otro partido de cuartos, la España de la generación dorada de Gasol se resistió a decir su última palabra y atropelló 92-67 a la Francia de Tony Parker que, en este caso sí, parece haber ofrecido su último servicio. Tras el último precedente, en el que Gasol les chafó el Europeo en casa, el de Sant Boi hizo cerrarse a la defensa gala y de ello se aprovechó un gran Mirotic, decidido a tomar el relevo del pívot catalán.

Otro interior, Willy Hernángómez también alcanzó su techo con la selección y los de Sergio Scariolo disputarán su tercera semifinal consecutiva en unos Juegos Olímpicos.