Andy Murray accede a la primera posición del ránking
El tenista escocés toma el relevo del serbio Novak Djokovic al frente de la ATP.
Andy Murray es el nuevo número 1 del mundo en lugar del serbio Novak Djokovic tras alcanzar la final del Masters 1.000 de París por la retirada de su rival en semifinales, Milos Raonic.
La organización del torneo anunció que el canadiense no podía jugar debido a un desgarro en el muslo derecho, lo que permitió a Murray alcanzar los 10.785 puntos, cinco más que el ya eliminado Djokovic, quien cayó en cuartos de final contra el croata Marin Cilic. El escocés, que asume así por primera vez el trono mundial después de 122 semanas consecutivas de reinado del serbio, se enfrentará en la final al estadounidense John Isner, verdugo ayer de Cilic (6-4, 6-3). El nuevo número 1 nunca ha perdido frente a Isner en las siete ocasiones en que han jugado, la última en los cuartos del torneo de Viena, donde le batió por un rotundo 6-1 y 6-3.
Murray asciende al trono tras una segunda parte de la temporada imperial, que ha coincidido con la caída en el rendimiento de Djokovic tras ganar Roland Garros, el último título del Grand Slam que le faltaba por conquistar. Desde entonces, Murray se ha adjudicado seis de los ocho torneos que ha disputado, entre ellos el título de campeón olímpico en los Juegos de Río y el de Wimbledon.
Temporada «extraordinaria»
«Extraordinaria» ha sido el calificativo con el que Djokovic definió la temporada de Murray, tras caer él ante Cilic, resultado que combinado con el abandono de Raonic acabará mañana con el liderato del serbio.
Siete títulos: Roma, Queen's, Wimbledon, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Pekín, Shanghai y Viena, forman el palmarés del tenista de Dunblane en lo que va de temporada, en la que ha alternado en su banquillo a Jamie Delgado e Ivan Lendl, sustitutos de Amelie Mauresmo.
Por su parte, la caída de Djokovic ha sido brutal. El serbio culminó un 2015 magistral, con 11 títulos, entre ellos tres Grand Slams: Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de EEUU, además de ganar el Masters por cuarto año consecutivo, y una cifra espectacular de 82 victorias y seis derrotas.
Djokovic inició la de este año con victoria en Doha y de nuevo en Melbourne, y títulos en los Masters 1.000 de Indian Wells, Miami y Madrid, para lograr luego uno de sus más ansiados objetivos, Roland Garros, el único grande que faltaba en su palmarés. Pero llegó Wimbledon y en la tercera ronda se cruzó con el cañonero estadounidense Sam Querrey y su derrota le dejó tocado, no solo físicamente, sino también mentalmente, porque perdió su envidiada regularidad. Desde entonces no ha levantado cabeza y, entre problemas físicos, personales y de concentración, su rendimiento ha caído en picado.
Murray, por contra, ha sido más constante, y a sus 29 años, después de acostumbrarse a la presión de la prensa británica y lidiar con la derrota en las grandes citas, ha alcanzado uno de los objetivos que todo tenista quiere recordar en su vejez. En su caso, será el primer escocés en lograrlo y el jugador número 26 en la historia en ocupar el trono de la ATP. No obstante, la distancia entre los dos será pequeña. Si Murray pierde hoy en la final tendrá solo 5 puntos de margen sobre Djokovic; si gana el título, comenzará su reinado con 405 de diferencia.