EN LAS OBRAS DE ESA YA SE HAN GASTADO 200 MILLONES DE EUROS
El Estado español ya ha gastado unos 200 millones de euros en las obras de recrecimiento del embalse de Esa, cuya presa ha alcanzado unos 73 metros de altura. En 2001 el presupuesto era de 113 millones de euros, y ahora se ha disparado a 408 millones.
La construcción de la nueva presa del embalse de Esa ha adquirido un fuerte ritmo. Setenta camiones trabajan a destajo seis días a la semana, y cada día vierten en el cuerpo de la presa unos 9.000 metros cúbicos de materiales sueltos, como tierra y gravas de diferentes tamaños. Esos materiales se extraen de la zona de Venta Karrika, cerca de la cola del embalse, en terrenos que quedarían inundados con el recrecimiento.
Se estima que han vertido aproximadamente el 60% del material para la nueva presa, que asciende en total a 4,5 hectómetros cúbicos. A ese ritmo de trabajo, la pared va creciendo un metro de altura por semana. En la actualidad alcanza unos 73 metros sobre los cimientos, de los 108 metros que contempla el proyecto. Es decir, en estos momentos la nueva presa casi ha alcanzado la altura de la presa antigua, que es de 76,5 metros sobre cimientos, y en setiembre de 2017 alcanzaría la máxima altura prevista.
A partir de ahí se acometería una pantalla de hormigón de 30 centímetros de espesor (lo que equivale a 8.000 metros cúbicos de volumen y una superficie de unas tres hectáreas), que separaría la masa del agua del cuerpo de la presa. Por último, habría que realizar los anclajes de la nueva presa con la vieja y con ambas laderas. Estas han tenido que ser hormigonadas en una amplia superficie para intentar sujetarlas.
El hormigonado de la ladera izquierda se contempla perfectamente desde la carretera que pasa junto al embalse, ya que abarca varios miles de metros cuadrados. La zona donde se encuentran ambas urbanizaciones también tiene una gran superficie hormigonada. De momento, no ha trascendido a la opinión pública la cantidad de toneladas de hormigón utilizadas en sujetar las laderas y la presa vieja, que en junio de 2012 comenzaba a desplazarse en su estribo derecho.
De 113 a 408 millones de presupuesto
Cuando empezaron las obras de la nueva presa de Esa, en 2001, el presupuesto era de 113 millones de euros. Desde entonces esta cantidad casi se ha cuadruplicado, ya que en la actualidad el presupuesto roza los 408 millones de euros. A ellos hay que añadir los 23,5 millones destinados a indemnizar a los propietarios de las viviendas que han tenido que ser desalojadas en las dos urbanizaciones de la ladera derecha, donde se han gastado unos 25 millones de euros para realizar desmontes y trabajos de estabilización.
«Esa cifra de 408 millones seguro que aumenta en los próximos meses o años», advierte Iker Aramendia, portavoz de la asociación Yesa+No–Lanak Gelditu. De hecho, el presupuesto ha ido creciendo prácticamente cada tres años. Así, en 2004 ya era de 177 millones de euros, en 2007 ascendía a 222 millones y en 2013 se disparó hasta 376,8 millones. Ese año se calculaba que las obras finalizarían en 2017, estimación que ahora se ha prolongado a 2019 o a 2020.
«Y luego vendría el proceso de llenado del embalse, que duraría varios años. Hay estudios serios que advierten de que eso sería una auténtica locura, y quizás no se atrevan a hacerlo si acaban las obras, pero nos tememos que se lo plantearán cuando hubieran pasado unos años», advierte Aramendia.
A juicio de algunos técnicos, la nueva presa puede dar cierta estabilidad al conjunto, pero lo que preocupa en Zangoza es que se realice el llenado del embalse por encima de la presa vieja. La cota de esta última está situada 31,5 metros por debajo de la cota de la presa nueva, y el llenado total supondría multiplicar por 2,4 la capacidad actual, pasando de 447 a 1.079 hectómetros cúbicos.
«El rechazo vecinal es claro. Además, nos duele que se estén gastando cientos de millones de euros en un proyecto inútil, mientras hacen recortes en ámbitos como la sanidad y la educación», añade Aramendia.
una empresa constructora, citada por correa en la trama de adjudicación de obras
Jaume Matas era ministro de Medio Ambiente en el Gobierno de José María Aznar cuando puso la primera piedra para el recrecimiento del embalse de Esa, en abril de 2001. Pocos meses después la Fiscalía de Madrid denunció irregularidades en la adjudicación de esta obra e imputó al secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, y al secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández.
Tanto Matas como Francisco Alvarez Cascos, ministro de Fomento del primer Gobierno de Aznar, mostraron su total apoyo a estos dos altos cargos, que finalmente fueron juzgados.
Estos dos exministros del PP también se han visto envueltos en casos de corrupción. A Jaume Matas se le procesó por doce delitos: prevaricación, cohecho, malversación de caudales, apropiación indebida, falsedad documental, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito fiscal y delito electoral. Fue condenado e ingresó en la cárcel en julio de 2014, pero se le concedió el tercer grado solo tres meses después.
En febrero de ese mismo año, 2014, la Policía española acusó a Alvarez Cascos de ser «el mayor perceptor de fondos» del caso Gurtel. Según el informe entregado al juez Pablo Ruz, la red de corrupción había anotado durante 14 años entradas y salidas de dinero a nombre del que había sido número 2 del Gobierno de Aznar durante cuatro años y secretario general del PP a lo largo de una década.
Durante la vista oral de la trama Gurtel, celebrada el pasado mes de octubre, Francisco Correa confesó las prácticas corruptas que se realizaban a la hora de adjudicar obras licitadas por los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, precisamente los dos que habían estado controlados por Alvarez Cascos y Jaume Matas.
Correa citó varias empresas que se beneficiaban de esas adjudicaciones, entre ellas ACS, y que a su vez estas pagaban un porcentaje al PP. Se da la circunstancia de que esta firma fue una de las adjudicatarias de las obras de recrecimiento del embalse de Esa, que en 2001 formó una unión de empresas junto con Ferrovial y FCC. La UTE se comprometió a ejecutar el proyecto en cinco años, con un presupuesto de 18.869 millones de pesetas de entonces (unos 113 millones de euros). En 2011 se adjudicaron a esta misma UTE los trabajos de estabilización de la ladera derecha del embalse, con un presupuesto de más de 25 millones de euros.
El mismo día que se produjo la confesión de Francisco Correa en sede judicial, ACS anunciaba que interpodría una querella criminal contra él. El presidente ejecutivo de esta empresa es Florentino Pérez, cargo que ocupa desde el año 1997.I. V.
ONCE AÑOS DE GRIETAS Y DESLIZAMIENTOS
Noviembre de 2003
Surgen grandes grietas en la ladera izquierda.
Febrero de 2004
La excavación del talud de la ladera derecha reactiva el deslizamiento de 1930 y 1964.
Julio de 2006
Deslizamiento de 3,5 millones de metros cúbicos de tierra en la ladera izquierda, dato que se oculta hasta febrero de 2007.
Julio de 2007
Nuevas grietas y agujeros, y derrumbe de la pista que recorre la ladera izquierda.
Abril de 2008
Se rompe un talud de la ladera izquierda a lo largo de 50 metros.
Abril de 2012
Deslizamiento de la ladera izquierda unos 200 metros aguas abajo de la presa.
Junio de 2012
Deslizamiento del estribo derecho de la presa, que la CHE no hace público hasta febrero de 2013. Tienen que desalojar 60 viviendas.
Junio de 2013
Aparecen nuevas grietas en la ladera derecha.
octubre de 2014
Surgen nuevas grietas en la ladera derecha y se produce un deslizamiento de 30.000 metros cúbicos en la ladera derecha, a pocos metros aguas abajo de la presa vieja. A día de hoy, esa ladera se sigue deslizando de forma irregular e impredecible.