Los líderes greco y turcochipriota, Nikos Anastasiadis y Mustafá Akinci, retomaron ayer el diálogo para la reunificación de Chipre con la presión de tener que lograr suficientes progresos para que la conferencia multilateral con los países garantes –Turquía, Grecia y Reino Unido – pueda celebrarse con cierto éxito el jueves, cuando está previsto el intercambio de mapas que definirán el futuro Estado federal bizonal y bicomunal surgido de dos estados constituyentes con una sola soberanía y personalidad internacional. En negociaciones anteriores, Anastasiades propuso que la futura entidad turcochipriota ocupara el 28,2% del territorio, mientras que Akinci reclama el 29,2%

Tras el fracaso de noviembre, cuando no lograron cerrar un acuerdo antes de fin de 2016, los dos políticos reanudaron ayer el diálogo auspiciado por la ONU. El enviado especial de Naciones Unidas para Chipre, Espen Barth Eide, afirmó que «ha llegado el momento de la verdad», aunque advirtió de que será difícil un acuerdo, que sí ve posible.

Al llegar a Ginebra, Anastasiadis dijo estar «bien preparado» para toda eventualidad y con «esperanza y confianza respecto al futuro de Chipre, mientras que Akinci prefirió guardar «un optimismo cauteloso» y «no exagerar las expectativas».

El primer día de diálogo comenzó con el capítulo de la propiedad, en el que están estancados en la cuestión de «cómo definir el vínculo emocional» con las viviendas perdidas. Tras la invasión y ocupación turca de la parte septentrional de Chipre en 1974, el 36,2% del territorio quedó en manos turcas y entre 140.000 y 160.000 grecochipriotas huyeron. Y 45.000 turcochipriotas que vivían en el sur se desplazaron al norte.

También abordaron el capítulo de la gobernabilidad, donde queda por resolver el modelo presidencial. La Constitución de 1960 contempla un presidente grecochipriota y un vicepresidente turcochipriota, pero Akinci pide una Presidencia rotatoria, lo que Anastasiadis rechaza.

El capítulo de la seguridad y las garantías se abrirá el día 12 junto con los países garantes de la mano del secretario general de la ONU, António Guterres, así como con la participación de la Unión Europea como «parte interesada». El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, irá como observador.

Sin embargo, aún no está definido el nivel de participación. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, condicionó su participación a que haya voluntad y determinación para una solución en los próximos días, y medios turcos dijeron que su homólogo, Recep Tayyip Erdogan, enviará a su primer ministro, Binali Yildirim. El secretario de Estado británico para Europa, Alan Duncan, dijo que asistirá.

Eide ve una «fuerte voluntad» de Ankara y Atenas para solucionar el problema, pero admitió que eso «no es lo mismo que acordar una solución» sobre garantías y seguridad.

Tsipras y Anastasiadis quieren abolir el sistema de garantías, que creen un «anacronismo», pero que Ankara y los turcochipriotas quieren mantener, al igual que defienden la permanencia de las tropas turcas en la isla.