El líder del cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue extraditado el jueves a EEUU desde México, donde se encontraba en prisión tras ser recapturado hace algo más de un año. La extradición se produjo horas antes de que asumiese la Presidencia estadounidense el magnate Donald Trump, quien amaga con fuertes medidas políticas y económicas contra México.

Doblegado por una dura vida en prisión, Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa y que por años fue considerado el narcotraficante más buscado del mundo, verá terminada en una cárcel de EEUU su trayectoria como el capo mexicano más temido, «señor de los túneles» por los conductos que usaba para trasladar droga a ese país, y protagonista de espectaculares fugas de prisión. Antes de ser enviado a EEUU, «El Chapo» fue trasladado a la prisión de Ciudad Juárez, en condiciones que le llevaron a decir que sentía que la muerte estaba cerca y desde donde vio agotarse el proceso de extradición que finalmente perdió.

El miércoles la Suprema Corte de Justicia rechazó admitir a trámite los dos recursos de amparo contra la extradición, que ya fue autorizada en mayo por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, y ambos fueron devueltos al Quinto Tribunal, encargado del caso y que los negó el jueves.

El abogado José Refugio indicó a Efe que la decisión del tribunal de rechazar los amparos solo un día después de que la Suprema Corte se negara a admitirlos muestra «claramente un contubernio entre el Gobierno con el Poder Judicial».

«El Chapo» Guzmán aterrizó ayer en Nueva York, donde será juzgado en primer lugar, aunque también se le persigue judicialmente en Texas, Arizona, Florida, Illinois y New Hampshire por asociación delictiva, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero.

Entrega atropellada

La extradición, de la que sus abogados aseguraron no haber sido informados, tuvo lugar horas antes de que asumiera la Presidencia de EEUU Donald Trump. Por eso, algunos ven un reconocimiento a Barack Obama por su cooperación y una advertencia a Trump de que la relación bilateral no se da solo en lo relativo a la economía y la migración. Otros observadores acusan a la Suprema Corte de Justicia de realizar una entrega atropellada plegándose a los propósitos del Gobierno.

El subprocurador encargado de asuntos jurídicos e internacionales de la Procuraduría (Fiscalía) General de México, Alberto Elías Beltrán, aseguró que la determinación de extraditar a Guzmán a horas de la investidura de Trump no fue motivada por asuntos de política internacional y sostuvo que el Ejecutivo no interviene en las decisiones y tiempos del poder judicial.

No obstante, el experto en seguridad y exagente de la inteligencia mexicana Alejandro Hope consideró, en declaraciones a AFP, que «no querían que Trump pudiera jactarse, así que lograron entregarlo en los últimos minutos» del Gobierno saliente de Barack Obama.

«La fecha es muy simbólica, es un acto del Gobierno de México para mostrar a Obama y Trump que México está haciendo verdaderos esfuerzos para combatir al narcotráfico», dijo, por su parte, Raúl Benítez Manaut, experto en asuntos de seguridad de la UNAM.

Guzmán, que cumplirá 60 años en abril, fue capturado en 1993 en Guatemala y entregado a México, pero en enero de 2001 se fugó de una prisión de Jalisco. La cacería duró hasta febrero de 2014, cuando fue recapturado en Mazatlán y trasladado a la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México. Protagonizó otra espectacular fuga en julio de 2015 a través de un kilométrico túnel, lo que se entendió como una humillación para Peña Nieto. El 8 de enero de 2016 fue arrestado por tercera vez y recluido en El Altiplano con medidas adicionales de seguridad, y el Gobierno decidió entregarlo a EEUU. Tiene pendientes en México diez casos por delitos contra la salud, delincuencia organizada, lavado de dinero... pero quedan suspendidos mientras es&bs;té en EEUU.

Temor a una guerra entre cárteles o a disputas internas

El cártel de Sinaloa sobrevivirá a la extradicción de su jefe, pero algún cártel rival podría desatar una guerra para hacerse con su imperio, una multinacional que mueve miles de millones en todo el mundo.

En su ausencia, ha sido dirigido por su viejo socio, Ismael «El Mayo» Zambada, pero aunque es una figura respetada por las distintas facciones y filiales, más o menos independientes, podrían disputarle el mando.

Sin embargo, la mayor amenaza proviene del cártel Jalisco Nueva Generación, cuyas incursiones en los territorios controlados por Sinaloa, como la fronteriza Tijuana o el Estado de Colima, han desembocado en luchas fratricidas. Dirigido por Nemesio Oseguera, «El Mencho», este cártel sería ya más próspero que el de Guzmán, con una fortuna de 50.000 millones de dólares. Uno de los hijos de éste fue secuestrado en agosto, en una demostración de fuerza que alcanza a policías y militares. Jalisco podría aprovechar desavenencias internas en Sinaloa.GARA