A. PRADILLA
MADRID

Sin acuerdo en la primera reunión de los líderes de Podemos previa a Vistalegre II

La primera reunión entre los principales líderes de Podemos de cara a la asamblea ciudadana que la formación celebra los días 11 y 12 de febrero concluyó sin acuerdo. Entre los asistentes, Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Miguel Urbán o Carolina Bescansa, que es la última en promover su propia línea y no decantarse entre la dicotomía «pablistas» versus «errejonistas». Aunque en público todos aseguran que es indispensable llegar a un acuerdo que evite el choque de trenes, lo cierto es que no existen muchas perspectivas. Varios de los asistentes al encuentro confirmaban no ver opciones para un pacto global, lo que implicaría que los diferentes documentos se voten antes del cónclave.

El plazo para que las diferentes familias unifiquen criterios concluye el 1 de febrero. Es decir, estamos en la cuenta atrás. Y no parece que se vayan a producir acercamientos entre Iglesias y Errejón, secretario general y secretario político, respectivamente. Ambas corrientes demostraron tener un peso similar en la consulta sobre el modelo de votación que se establece- ría en Vistalegre II. En concreto, el sector de Iglesias se impuso con el 41%, frente al 39% de los de Errejón. Aunque se trató de una victoria, el escaso margen provocó la reacción de los fieles del secretario político, que consideran que, mientras que ellos se encuentran en una tendencia ascendente, observan desgaste en el equipo del «número uno». No está en duda que Iglesias repetirá como secretario general, aunque él mismo ya ha advertido que, en caso de que sus documentos políticos y organizativos sean derrotados, dejará el cargo para cedérselo a quien se imponga en la votación.

Reproches en prensa

Lo que se intenta acordar en estas reuniones de urgencia son documentos de consenso que permitan unificar también listas. En caso contrario, cada candidatura se presentaría por separado, lo que daría la imagen de un partido dividido. Una imagen que, por otro lado, ya quedó en evidencia ayer después de la reunión. Aunque estamos en un momento de «juego de la unidad» en el que todos tienen que demostrar que son ellos los que más quieren pactar, tampoco se escatiman los reproches. Iñigo Errejón, por ejemplo, consideró que «no se puede decretar la unidad a golpe de corneta», en referencia al secretario general. Este le respondió rápidamente. «Yo no voy a hablar mal de la corriente de Iñigo y de Tania ni de ningún equipo. La gente ya ha visto lo que es el PSOE, con dinámica de barones y familias y en última instancia secuestrado por las élites. Yo no quiero eso para Podemos», afirmó.

Si no hay acuerdos, el domingo del congreso sería una jornada clave ya que se conocerían los resultados de las votaciones y el futuro de Podemos.