La Real remonta a Osasuna cuando se calma el viento y sale Zurutuza
La Real se impuso a Osasuna al remontar en la segunda mitad el gol marcado por Kenan Kodro en un primer tiempo jugado con un vendaval que dificultó el juego realista. Cuando se calmó el viento y apareció Zurutuza, marcaron los goles Navas, Vela y Juanmi. Osasuna no se rindió, Sergio León recortó distancias y Rulli impidió el empate de Jaime.
REAL SOCIEDAD 3
CLUB ATCO. OSASUNA 2
La Real necesitó que el viento se calmara en la segunda parte y que entrara en el campo Zurutuza para tener el control que le había faltado hasta ese instante e imponerse a Osasuna. El equipo rojillo no mereció perder, no se rinde nunca como le pide su afición, pero ayer encajó tres goles y así es muy difícil sumar.
El partido se le puso a Osasuna de cara en el primer tiempo, en el que se vio beneficiado por las condiciones meteorológicas, más propicias para su estilo de juego caracterizado por la entrega y la pelea hasta la extenuación que para las de la Real, que se basa en un control del balón y del juego que resultaba complicado con el fuerte viento. Además acusó la ausencia del jugador que ponía la pausa y el criterio con el tándem que forma con Illarramendi. Fue pararse el viento, el mayor enemigo de los futbolistas, entrar Zurutuza, y la Real comenzó a llegar con demasiada facilidad al área osasunista. Que un equipo que tiene ventaja en el marcador y juega con cinco defensas y dos medios centros defensivos permita que el rival le entre con tanta facilidad en el área por las bandas como en las oleadas que precedieron al empate y marque tres goles en 16 minutos explica por qué lleva 46 encajados y una victoria en 21 partidos.
Alineaciones sorprendentes
Los dos entrenadores sorprendieron con sus alineaciones. Eusebio, al margen de decantarse por Aritz Elustondo para suplir al sancionado Iñigo Martínez, alineó al lateral derecho del filial Álvaro Odriozola y a Granero en lugar de Zurutuza. Vasiljevic dejó en el banquillo a sus dos jugadores de más calidad, Roberto Torres y Sergio León, y presentó de salida a De las Cuevas, Kenan Kodro y Rivière.
Los que entraron dieron la razón a Vasiljevic y Granero se la quitó a Eusebio. Además la Real acusó la alineación de una defensa inédita porque Odriozola, Aritz y Navas no habían jugado nunca juntos y los desajustes, sobre todo de los dos centrales, fueron claves en los dos goles.
Mejor aprovecharon su oportunidad los dos delanteros rojillos que menos han jugado. Presionaron bien a los centrales en la salida del balón y De las Cuevas se colocaba detrás de ellos para encargarse de Illarramendi. Los tres jugadores más adelantados rojillos, ayudados por el viento, no solo dificultaron el inicio del juego ofensivo realista, también plantearon problemas a una zaga realista que acusó la baja de Iñigo Martínez.
Ya antes del primer gol Rulli tuvo que salvar a la Real en un remate de Kenan Kodro en posición de fuera de juego no señalado y había interceptado un centro del canterano realista ante la entrada de Rivière y desbaratado una jugada anulada por fuera de juego inexistente.
El hijo del jugador que tantos goles metió en Anoeta como realista aprovechó en la jugada del gol un envío largo de Tano que dejó pasar Rivière y el error de los dos centrales realistas al seguir a los delanteros sin proteger la zona central por la que entró Kenan para marcar como Kovacic en el Bernabéu.
El gol premió la mejor adaptación de Osasuna a las condiciones en las que se jugó el primer tiempo, en el que no sufrieron en defensa. Los blanquiazules no tuvieron ninguna ocasión. Solo inquietaron con un disparo lejano de Yuri a las manos de Sirigu, un centro chut de Vela que se envenenó con el viento y una falta lanzada por Illarramendi que el portero debutante no acertó a despejar.
Verse en desventaja en el marcador no hizo más que incrementar las prisas y las imprecisiones de la Real, que acusaba las bajas de Iñigo Martínez y Zurutuza. Hasta Illarra fallaba más de lo habitual en él, sin que Granero justificase el cambio que ha experimentado en el escalafón de preferencias de Eusebio. El partido solo cambió cuando se fue Granero y entró Zurutuza. Porque ya había parado el viento, pero Osasuna volvió a empezar mejor en el segundo tiempo e Illarramendi sacó bajo palos un remate de Clerc.
Un cambio radical
Fue aparecer Zurutuza y encenderse las luces del juego realista en una noche en la que se apagaron las de Anoeta. Nada más entrar, la Real penetró por las dos bandas y el balón se paseó por el área pequeña sin que apareciera un rematador, como preludio a los tres goles en los que Osasuna concedió demasiadas facilidades defensivas. También la Real en el segundo gol, en el que los dos centrales estuvieron muy blandos y permitieron a Sergio León regatear y re-regatear hasta que buscó el disparo y marcó.
Enseguida Jaime obligó a Rulli a realizar una gran intervención para evitar el empate con la ayuda del larguero y, aunque Willian José volvió a tener una clara oportunidad para sentenciar el partido, Osasuna peleó hasta el final para buscar un empate que mereció y que no logró porque no solo le falta calidad ofensiva, también en defensa. No encajaba 46 goles en 21 partidos desde 1960 y la mayoría de los goles los encaja, como ayer, en las segundas partes. Si no detiene pronto esta sangría no podrá ganar partidos.