GARA
DONOSTIA

La Fiscalía archiva la investigación a ‘Kakux’

El Ministerio Público cerró ayer las diligencias abiertas contra el ex vicario general de Gipuzkoa, Juan Kruz Mendizabal, al entender que los abusos a menores cometidos en 2001 y 2005 están prescritos.

La Fiscalía no presentará ninguna querella contra el ex vicario general de Gipuzkoa Juan Kruz Mendizabal “Kakux” por haber abusado de menores, al considerar que los delitos, reconocidos por el propio victimario, están ya prescritos. La Fiscalía inició las diligencias que ahora archiva después de que en enero saliese a la luz un proceso canónico que declaró culpable a Mendizabal de haber abusado sexualmente de dos personas en 2001 y 2005, cuando ambas eran menores edad.

El código penal establece que los abusos a menores prescriben a los 5 o 10 años –empezando a contar desde que la víctima cumple los 18 años –, dependiendo del caso, razón por la que la mayoría de casos de abusos por parte de sacerdotes quedan impunes ante la justicia ordinaria, ya que las víctimas que denuncian lo acostumbran a hacer años después. Según señalaron a las agencias, la Fiscalía no descarta retomar las investigaciones si salen a la luz nuevos casos susceptibles de ser juzgados. De momento, a los dos casos conocidos a principios de enero se suman otros dos. El de un hombre que denunció haber sufrido abusos por parte de Mendizabal en los años 90 –denuncia a la que el propio obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, dio gran credibilidad y que ahora es objeto de un nuevo proceso canónico en los tribunales eclesiales–, y el de otro hombre cuyo testimonio recogió el martes por la noche el programa “Ur Handitan” de EiTB. Este último sufrió los abusos en unas colonias estivales, cuando tenía 14 años, y dio por seguro que «habrá más casos».

Libre de la amenaza de la justicia ordinaria, Mendizabal cumple su particular condena eclesial retirado del oficio del sacerdocio, recluido en un monasterio del que solo puede salir con el permiso del propio Munilla. Tampoco puede estar en contacto con ningún menor, a no ser que sea acompañado de otro adulto.