Ecuador se encamina a una segunda vuelta presidencial el próximo 2 de abril entre Lenín Moreno, del movimiento Alianza PAIS, y el derechista Guillermo Lasso, de CREO, admitió ayer el mandatario saliente, Rafael Correa, un escenario que complica la continuidad de su proyecto socialista.

Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) no había anunciado todavía los datos definitivos del lento y agónico recuento de votos de las elecciones del domingo, Correa admitió en un encuentro con la prensa internacional en el Palacio de Carondelet que Moreno se ha quedado a «medio punto» de procla- marse presidente en primera vuelta. «Todo nos indica que venceremos en la segunda vuelta. En todos los escenarios, el candidato más fácil de derrotar es Guillermo Lasso», aseguró.

Este escenario hace prever una durísima campaña entre dos modelos antagónicos y abre un frente de incertidumbre para la izquierda latinoamericana.

Con el 98,5% de los votos escrutados, el CNE confirmó que Moreno, con el 39,33% de los sufragios, y exbanquero Lasso, con un 28,8%, deberán medir sus fuerzas en la segunda vuelta.

La Constitución establece que, para ganar en primera vuelta, se necesita una mayoría absoluta o el 40% de los votos y una diferencia de diez puntos sobre el contrincante inmediato.

El escaso margen por el que Moreno no es ya presidente, 0,67 décimas, avivó las denuncias de fraude. Ayer, el movimiento Alianza PAIS denunció ante el CNE irregularidades en el voto en el extranjero y en algunas provincias.

Además, el reñido recuento que augura una segunda vuelta podría complicar la continuidad del «correísmo», desgastado por la delicada situación económica producto de la caída en el precio del crudo y por algunas denuncias de corrupción que han aflorado en campaña electoral.

En la segunda vuelta, la oposición, encarnada por partidos de derecha y descontentos con la gestión de Correa, podría hacer un frente común a pesar de que llegó dividida a estos comicios.

La derechista Cynthia Viteri, tercera en el recuento con un 16,22%, pidió el voto para Lasso, mientras que el socialdemócrata Paco Moncayo (6,76%), dejó abierta la decisión.

Un socialista frente a un exbanquero de derechas

Lenín Moreno representa la continuidad socialista frente al líder de la oposición de derecha, el exbanquero Guillermo Lasso.

Moreno, vicepresidente entre 2007 y 2013, es el escogido por Alianza PAIS para extender el «socialismo del siglo XXI» de Rafael Correa. Su carácter tranquilo contrasta con la imagen fuerte de su mentor, quien le describió como «afable y conciliador». Si es elegido, este hombre sonriente, de 63 años, podría interactuar con éxito con los sectores más opuestos al «correísmo». «El poder es un ejercicio de humildad y servicio y no de vanidad», dijo Moreno, autor de libros de humor y cuyos discursos están llenos de chistes. Diplomado en Administración Pública y con estudios de Medicina y Psicología, es el defensor de las causas sociales y realizó el primer estudio público sobre la situación de las personas con discapacidad en Ecuador. Parapléjico él mismo, fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2012, antes de convertirse en secretario general adjunto de la ONU para la Discapacidad en Ginebra.

Guillermo Lasso, de 61 años, encarna la derecha conservadora a la cabeza de CREO. Exbanquero, exministro de Economía con Jamil Mahuad (1998-2000) y gobernador de Guayas, se presenta a la Presidencia por segunda vez, tras su derrota en primera vuelta en 2013 frente a Correa. Nacido en el seno de la clase media, se dice «empresario». Empezó a trabajar con 15 años y accedió a presidir el Banco de Guayaquil, pese a abandonar sus estudios en Economía. Dedicado a la política desde 2012.GARA