Imanol CARRILLO
Champions League

Dos suplentes de la Juve cazan al dragón in extremis

Los italianos necesitan 45 minutos tras la expulsión de Telles en el 27 para encarrilar la eliminatoria.

OPORTO 0

JUVENTUS 2


A la Juventus le costó encontrar la cueva del dragón, pero finalmente le dio caza. Los italianos necesitaron un total de 45 minutos tras la expulsión de Alex Telles para abrir el marcador gracias al gol del suplente Pjaca, y fue otro jugador recién salido del banquillo, Dani Alves, quien puso el 0-2 y dejó prácticamente encarrilada la eliminatoria hacia cuartos de final.

El encuentro comenzó a cambiar en el minuto 25, cuando Alex Telles vio su primera cartulina amarilla por una dura entrada a Cuadrado. Y cambió radicalmente solo dos minutos después, cuando vio la segunda por otra entrada ilógica en la banda y dejó al Oporto con diez.

En ese momento, Nuno Espirito Santo quitó al atacante André Silva, que después en el banquillo se le vio cabizbajo pensando en lo que se le venía encima a su equipo, y dio entrada a Layún con el objetivo de detener la supuesta ofensiva italiana.

Todo esto ocurrió cuando el Oporto había comenzado mejor el encuentro, intentando dominar a la Juve y encajonarlo en su área. Pero solo había sido un espejismo, porque los transalpinos se hicieron con el control de la pelota y hasta justo un minuto antes de la expulsión de Telles ya contaban con un 64% de posesión por el 34% local.

En cierta medida porque la Juve contaba con jugadores con más toque y calidad, haciendo gala de esa transformación que el fútbol italiano está viviendo desde hace ya varios años, alejándose del mítico catenaccio y pasando de defender a dominar el partido. Como ejemplo de ello, una muy buena jugada trenzada al primer toque entre tres jugadores juventinos. Esta vez se quedó en nada, pero fue la antesala del repertorio ofensivo que ofrecería la Vecchia Signora antes del descanso.

Cuadrado, tras el saque de falta en el que fue expulsado Telles; Pjanic, desde fuera del área a la manos de Iker Casillas; o el remate de cabeza fuera de Khedira fueron algunos de los intentos juventinos para batir al guardameta español, que se enfrentaba por enésima vez a su amigo Gianluigi Buffon.

También su excompañero en el Real Madrid Gonzalo Higuaín lo intentó en la mejor ocasión de la primera parte, pero resurgió ‘San Iker’ con una providencial parada. Justo antes de retirarse a vestuarios fue el palo izquierdo del meta del Oporto quien evitó el gol de Dybala.

El fondo de armario funciona

Y de nuevo Dybala fue protagonista al comienzo de la segunda parte, pero el colegiado alemán anuló su gol por un fuera de juego inexistente. Su equipo fue creciendo en posesión –71%–, pero el Oporto no se amilanó, y Herrera cabeceó picado al lateral de la red un centro de Layún.

Los portugueses demostraron tener un buen orden defensivo, por algo llevaban 19 partidos sin perder en casa –desde el mes de abril de 2016–, pero la Juventus hizo valer su mejor fondo de armario. Massimiliano Allegri acertó con los dos primeros cambios. En el 68 entró Pjaca y cuatro minutos después abrió la lata al aprovechar un rechace de Layún y batir a Casillas.

Y el marcador aumentó solo dos minutos después. Su autor, un Dani Alves que acababa de entrar al terreno de juego. Ahí terminaron las aspiraciones lusas en Do Dragao y quién sabe si las de la eliminatoria con la vuelta a disputarse en Turín.