Raimundo Fitero
DE REOJO

Ábaco

No sé justificar su importancia con argumentos solventes, pero en cada final de mes las cadenas del duopolio echan todo el material disponible a su parrilla para alcanzar el liderazgo de audiencias mensual. Digamos que en febrero ha ganado Mediaset por décimas. Así está el asunto. Dicen los especialistas que esas décimas significan unos cuantos millones de euros de publicidad de más o de menos. Es decir, que se programa con el ábaco en la mano, cada gesto, cada diferencia es medida con cuidado, por eso los cambios que se van produciendo en las programaciones pueden ser incomprensibles para los legos.

Es un vicio crónico dedicarse a analizar estas medidas y focalizar todo en Mediaset y Antena3, pero TVE ha desistido, las autonómicas o son líderes o residuales en según qué zonas, el TDT fragmenta mucho las medidas, los nuevos hábitos de relacionarse con los contenidos. El TDT fragmenta mucho las audiencias, todo va variando los resultados de audiencias, pero siguen mandando los números básicos, las grandes cifras que son las que inciden directamente en la publicidad, que es la madre de todos estos asuntos. Por eso se ve cómo nacen programas con un objetivo: restar cuota de pantalla a la competencia, no para ganarle. Por eso duran poco. O por eso se mantienen sin tener datos objetivos de superficie. Son de fondo. Por ejemplo, “El Hormiguero” sigue creciendo en audiencia pese a sus once años de vida. En cambio, “El Intermedio” va perdiendo fuelle. O se renueva en su formato o se puede ver en situación perentoria para su renovación. Y lo que más sorprende es que “Sálvame Deluxe” va cayendo en audiencia y lo han cambiado del viernes al sábado. Es el primer aviso antes de la salida de la programación. Maniobras de los despachos para que la cuenta de resultados no baje. Que es lo que importa.