María SUÁREZ
LONDRES

Los lores se rebelan por los derechos de los europeos

Por amplia mayoría, la Cámara de los Lores aprobó una enmienda en el texto que derivará en la ley para activar el Artículo 50 en la que se da al Gobierno tres meses de plazo para garantizar los derechos de la ciudadanía europea residente en Gran Bretaña antes de la salida de la UE. «Los europeos no pueden pausar sus vidas durante dos años, necesitan respuestas ahora», defendió la baronesa laborista Diane Hyter. El texto vuelve a la Cámara de los Comunes.

El Gobierno de Theresa May sufrió anoche su primera derrota en la Cámara de los Lores, después del fácil recorrido de su proyecto de ley para activar el Artículo 50 en la Cámara de los Comunes. Tras un largo debate, los integrantes de la Cámara Alta aprobaron por 358 votos contra 256 una enmienda que insta al Ejecutivo conservador a garantizar en el corto plazo los derechos de los ciudadanos europeos que residen en Gran Bretaña antes del Brexit.

La «rebelión» de la Cámara de los Lores superó fronteras partidistas. De hecho, uno de sus precursores desde el inicio fue el ex primer ministro conservador lord John Major. La enmienda contó con el apoyo de laboristas, liberal demócratas, conservadores y otros miembros independientes o no adscritos.

Con esta votación, los lores dan a Theresa May tres meses para garantizar los derechos adquiridos por los ciudadanos europeos que ya se residen en Gran Bretaña y asegurar que podrán seguir viviendo en el territorio con las mismas condiciones que hasta ahora.

Sin embargo, es muy posible que lo aprobado se quede en un acto simbólico. El texto debe pasar de nuevo a la Cámara de los Comunes, donde el Partido Conservador puede utilizar su mayoría absoluta para retirar la enmienda. Sin embargo, según instaba lord Newby, líder de los liberal demócratas en la Cámara Alta, «la aprobación de la enmienda debería servir para que los diputados en la Cámara de los Comunes se replanteen de nuevo el asunto». Pese al escaso margen de maniobra, los lores sí pueden alargar en el tiempo a los planes de May –quien confiaba en dar carpetazo rápido a la escueta ley que le permita activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa antes del fin de este mes de marzo–, si la partida de «ping pong» parlamentario (como llaman los medios locales al baile del texto entre ambas cámaras) se alarga algunos días.

«Máximo respeto»

A pesar de la postura de los lores, la posición del Gobierno sigue siendo la misma. No en vano y en un intento de hacer cambiar de opinión a quienes apoyarían la enmienda, la ministra de Interior, Amber Rudd, envió una carta a cada uno de los 805 lores para tratar de convencerles de la mala opción estratégica que supondría garantizar desde el principio los dere- chos de los europeos residentes en Gran Bretaña sin tener la misma promesa de Bruselas sobre aquellos británicos que residen en los países de la Unión Europea. En la misiva, no obstante, el Gobierno reconoce «la contribución de los tres millones doscientos mil ciudadanos europeos en Gran Bretaña» y se asegura que serán tratados con el «máximo respeto».

Pese a ello, quienes apoyaron la enmienda aseguran que precisamente puede suponer un gesto beneficioso de cara a un buen comienzo de las negociaciones. «Puede ayudar a crear un ambiente positivo», aseguró la baronesa laborista Angela Smith. En la misma línea, la baronesa de la misma formación Dianne Hyter insistió en la necesidad de los ciudadanos europeos de poner fin a la incertidumbre, ya que «muchos están pendientes de un alquiler o compra de una casa, o de elegir el colegio de sus hijos, otros están cambiando de trabajo, otros utilizando el servicio de salud y otros trabajando en él. Estas personas –dijo– no pueden esperar dos años o doce meses, no pueden poner sus vidas en pausa, necesitan respuestas ahora».

La Cámara de los Lores también pretende que se celebre una votación en el Parlamento sobre el resultado final de las negociaciones entre Gran Bretaña y la UE.

Juncker afirma que la UE debe abrir «un nuevo capítulo»

La Unión Europea debe abrir un «nuevo capítulo» en su historia tras el futuro divorcio con Gran Bretaña, estimó ayer el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien urgió a los 27 a mostrar «unidad y liderazgo».

La cumbre de Roma del 25 de marzo, con motivo del 60 aniversario del proyecto europeo, debe «ser el inicio de un nuevo capítulo», escribió el presidente del Ejecutivo comunitario en su «Libro blanco sobre el futuro de Europa», que presentó ayer a la Eurocámara. Esa cita «no simplemente será el aniversario, sino que será el nacimiento de la UE a 27, servirá para pasar página», añadió.

Aunque Londres no ha comunicado todavía oficialmente su decisión de abandonar el bloque, sus 27 socios de la UE han empezado a reflexionar sobre cómo responder a estas series de crisis y dar un nuevo impulso al bloque tras la marcha de Gran Bretaña. Para «contribuir» a este debate de los líderes europeos, Juncker plantea en su «Libro blanco» cinco escenarios posibles para el futuro, desde centrarse únicamente en el mercado único hasta avanzar hacia una mayor integración, pasando por opciones intermedias como una Europa con diferentes grados de integración entre sus socios.

Independientemente de la opción, Juncker consideró que «una Europa unida a 27 debe tomar el destino entre sus manos y elaborar una visión para su propio futuro».GARA