«Me siento orgulloso por todo el trabajo que he hecho». «Guardaré este día en mi corazón». «Siempre voy a ganar, pero sabía que una medalla iba a ser importante». Son varias de las declaraciones que dejó el «rider» donostiarra Lucas Eguibar tras proclamarse subcampeón del mundo de boardercross de snowboard en Sierra Nevada.

El guipuzcoano finalizó la final entre el francés Pierre Vaultier, campeón, y el australiano Alex Pullin, bronce. Toda una hazaña teniendo en cuenta que Vaultier, de 29 años, es campeón olímpico de la disciplina en los Juegos de Sochi (Rusia) hace tres años y ganador de la última edición de la Copa del Mundo, mientras que Pullin, también seis años mayor que Lucas Eguibar, es doble campeón mundial.

La medalla de plata del donostiarra adquiere aún más importancia teniendo en cuenta que llegó a estos Mundiales entre algodones, con dolores en la zona lumbar que le obligaron a renunciar a la final en La Molina, prueba de la Copa del Mundo, hace muy pocos días. Su objetivo era Sierra Nevada, y cómo no, los Juegos Olímpicos de PyeongChang (Corea del Sur) de 2018. «Sí, así es. Me anima muchísimo saber que estoy aquí, aunque no he hecho una temporada para estar muy orgulloso. Pero he sabido dejar a un lado las carreras anteriores y salir a darlo todo en esta», apuntó Lucas Eguibar.

El guipuzcoano remontó de la sexta posición a la tercera para pasar a cuartos; dominó su manga en su clasificación a semifinales; y finalizó tercero para pasar a la gran final mundial.

Ya en la final, a Eguibar le costó entrar en la carrera tras darse un golpe en la cadera en el entrenamiento. Una vez sobre su tabla y la nieve, se vio segundo «todo el rato». «No es que tenga un gran futuro, es que Lucas ya está aquí», subrayó el campeón Vaultier tras la prueba. Y hoy tiene otra oportunidad de oro con la prueba por equipos.