Iñaki TELLERIA
LIGA DE CAMPEONES

Leicester, el brexit del Sevilla

El equipo inglés supo marcar y protegerse para pasar a cuartos de final, mientras que el andaluz fue una caricatura de si mismo.

LEICESTER 2

SEVILLA 0


El Leicester demostró ayer que sigue vivo. El equipo que ganó la Premier hace unos meses no ha muerto. Le pasó el brexit al Sevilla, que dice adiós a Europa.

Shakespeare no ha tocado el equipo. Juega igual que con Ranieri la pasada temporada. Pero, ay amigo, le ha devuelto la autoestima y eso es mucho si tus jugadores son profesionales de esto. Enfrente, un Sevilla que erró nada más salir al aceptar el intercambio de goles en el centro de campo que le propuso el rival inglés. Los músculos hicieron de cerebro y los delanteros quedaron como figurantes incapaces de entrar en juego. Balones largos y ninguna jugada con más de tres pases. Así se iba a cumplir la primera media hora cuando el Leicester colgó al área una falta y el defensa Morgan marcó rematando de mala manera ante unos centrales superados. El gol, que eliminaba al Sevilla, obligó a espabilarse al equipo andaluz y le hizo más reconocible. Tomó las riendas y empezó a repartir el balón entre más jugadores. Se descubrió entonces que Nasri y Ben Yedder también jugaban. Aunque el cambio dio vida a Vardy, más cómodo a la contra.

Superado el descanso se mantuvo la tónica. El Sevilla mandada, pero solo un poco más, con ese dominio lánguido que se le ha visto en los últimos partidos de Liga. Nada que ver con su potencia de hacer dos meses. En el minuto 52, un zapatazo de Escudero al larguero desde 30 metros les hizo pensar que con este fútbol rácano les podía bastar. Dos minutos después, Albrighton, en otro desajuste defensivo, ponía el 2-0 con un disparo dentro del área libre de marca.

Luego llegaría el asedio del Sevilla, la autoexpulsión de Nasri y el penalty fallado por N’Zonzi.

Mónaco y Manchester City anuncian un partido pleno de emociones

A tenor de lo que fue el partido de ida (5-3), el de vuelta de hoy (20:45 horas, Bein Sports) en el estadio Luis II se presenta como todo un espectáculo. El Mónaco llega a esta cita de octavos contra el Manchester City sin la presión de ser el favorito, con la difícil tarea de levantar un marcador adverso, pero con la esperanza que le da la fragilidad anímica de su rival cuando llegan los grandes retos de la Liga de Campeones. Dos equipos millonarios, vulnerables atrás y con gran pegada arriba.

En el otro partido, el que se jugará en el Vicente Calderón entre el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, es de suponer que el rocoso Simeone no dilapidará la jugosa renta del 2-4 de la ida en Alemania. GARA