Raimundo Fitero
DE REOJO

Trucos

Desde niño me deprime conocer los trucos de los magos. Me parecen bastante más interesantes mientras me como la cabeza intentando descubrirlos. Es un ejercicio mental bastante infructuoso, pero que entrena a la mente a la frustración. Al conocer cómo se hacen, se pierde ingenuidad y todo se mira desde una parte más técnica o incluso desde la displicencia del enterado. Ahora tenemos programas con magos jóvenes muy buenos, magos en algunos programas de entretenimiento y trucos en la política. O trucos en las empresas demoscópicas.

Para muestra el queso holandés. Equipos periodísticos desplazados de todo el mundo para cubrir la jornada electoral en donde parecía evidente, según las encuestas, que iba a ganar un tipo que no tiene partido, que se declara xenófobo y que quiere sacar a Holanda de la CEE. Bueno, lo resumían a la palabra mágica, “populista”, lo que no deja de ser un truco barato. La Apocalipsis por la llegada de la extrema derecha, de los antisistema, la gran coalición cósmica entre Trump, Marine Le Pen y ese tipo. Todo era trágico. Porque nadie mira a Polonia, ni a Hungría, donde son de extrema derecha, fundamentalistas ultracatólicos.

Ha ganado en Holanda un partido de derechas, muy de derechas, que ahora parece un príncipe de la democracia, pero que están en el sector duro de los recortes y de la involución. Como se ha ganado a las encuestas, se titula de manera grandilocuente. Los millones de votos ultras siguen ahí, están en la sociedad, forman un sustrato donde crecen todas las bacterias retrógradas y se nos prepara un ambiente derechista, para tapar a la derecha. Contra la derecha, más derecha. Y de paso lo que se llama de manera impropia socialdemocracia se ha laminado. Por ser muy de derechas en lo esencial. Un juego de trucos muy viejos.