V.E.
UNA HISTORIA DE LOCOS

Una historia de interminable violencia

E n 1915, el siglo XX se anotó su primer capítulo de locura genocida. De Armenia hablamos. De una matanza todavía no reconocida por sus verdugos. Siete décadas después de aquel horror, las heridas aún estaban por cicatrizar y las entrañas de las víctimas todavía hablaban de una deuda de sangre no saldada. En los años 80, el Ejército de Liberación de Armenia recluta a jóvenes que confunden los ideales políticos con la sangrienta venganza. El objetivo: perpetrar atentados contra el cuerpo político de Turquía. En uno de estos ataques empieza la acción de la nueva película de Robert Guédiguian. El productor y director francés hace pues un ejercicio de memoria histórica para reflexionar sobre las funestas consecuencias de la política del ojo por ojo.

El fatalismo se cierne pues sobre esta producción de época(s), pero también hay hueco para la esperanza, pues buena parte del relato está centrada en la posibilidad de reconciliación a través de uno de los mayores placeres que nos puede dar la vida. Esto es, el descubrimiento de nuevas culturas. Mensaje que, por desgracia, aún tenemos que acabar de entender.