MILES DE ZANCADAS DAN IMPULSO AL EUSKARA DESDE EL EBRO HASTA EL PIRINEO
LA TERCERA JORNADA DE KORRIKA DISCURRIÓ COMPLETAMENTE POR TIERRAS NAVARRAS. DESDE EL EBRO HASTA EL PIRINEO, CRUZANDO LA ZONA MEDIA, MILES DE PERSONAS COMPARTIERON SU APOYO AL EUSKARA Y PIDIERON SU OFICIALIDAD EN TODO EL HERRIALDE.
El testigo de Korrika había recorrido el viernes los pueblos de Lizarraldea y, ya de madrugada, se asomó a las orillas del Ebro a la altura de Castejón. La llegada a Tutera se produjo poco antes de las cuatro de la noche, pero no fue impedimento para que decenas de euskaltzales salieran a la intemperie para mostrar su apoyo al euskara.
Vecinos de Arguedas y Valtierra también portaron el testigo en plena noche, y con la llegada de las primeras luces, ya en Alesbes, fue creciendo el número de personas que se animaron a calzarse las deportivas para participar en la carrera.
Ttipi-ttapa, ttipi-ttapa, Korrika remontó desde el Ebro hasta el río Aragón, a la altura de Caparroso, y de allí se fue al encuentro del Zidakos en Beire, donde un centenar de personas acompañaron al testigo y recordaron a Karlos, euskaltzale del pueblo fallecido hace unos meses. «Brindamos contigo, amigo», decía la pancarta que portaron sus compañeros. Eran las 10.40 horas y el número de participantes aumentaba conforme avanzaba la mañana.
A su llegada a Erriberri, Korrika fue recibida por los alumnos de euskara, con música de txistu y una pancarta que decía ‘‘Lingua navarrorum. Erriberrin euskaraz’’. En esta localidad participaron más de un centenar de personas, y unos pocos kilómetros más adelante, en Tafalla, ya eran más de un millar.
Con puntualidad británica, Korrika entró en esta localidad a las 12.00 y fue recibida por los bomberos con el sonido de las sirenas de sus vehículos, y después con gritos de “Tafalla ere, euskararen alde” y “Euskara ofiziala, Nafarroa osoan”. Sortu cedió el testigo de su kilómetro a los tres vecinos imputados por el brindis en recuerdo a los presos vascos, y durante todo el recorrido por Tafalla se mostraron carteles de ‘‘Presoak etxera’’ y fotografías de algunos de ellos.
La llegada del testigo a la Plaza del Ayuntamiento fue acogida con música, ya que se trataba del kilómetro adquirido por los grupos de txistularis, gaiteros y dantzaris de Tafalla. En medio de un gran ambiente festivo, y con tiempo soleado, los korrikalaris fueron hasta Siete Calles, donde tomaron el relevo los miembros de la Comisión de Euskara del Ayuntamiento.
Los tres siguientes kilómetros por Tafalla fueron adquiridos por la ikastola Garcés de los Fayos, los padres y madres del centro, y los trabajadores del mismo, lo que denota el gran apoyo al euskara en esta localidad. Muchas personas animaron desde las aceras a los participantes, entre los que había desde bebés de pocos meses en silleta hasta jubilados, si bien la mayoría eran jóvenes. Decenas de ciclistas, que cerraban la marcha, les acompañaron hasta el cruce con Puiu, donde Korrika se adentró en tierras de Orbaibar a través de Amatriain. Los ayuntamientos de Oibar y Agoitz le dieron su apoyo económico, al igual que el de Zangoza, localidad en la que también hubo una nutrida participación a pesar de la lluvia.
La marcha continuó hacia Irunberri y Nabaskoze antes de llegar, ya de noche, a Erronkaribar, Zaraitzu y Aezkoa. De esta forma, el testigo de Korrika pasó en una sola jornada desde las tierras del Ebro hasta las del Pirineo, pasando por cientos de manos y reafirmando el respaldo de miles de personas a la ‘‘lingua navarrorum’’.