El Bizkaia pierde brillo, y no ya solo por los andamios que los pelotazales que se acercan a ver la final del Parejas verán en su fachada principal. Inaugurado el 19 de marzo de 2011, la Diputación de Bizkaia ha tenido que aprobar recientemente dos millones de euros para la rehabilitación del exterior del recinto de Miribilla, pero más allá de estas reformas, a nadie escapa que, superado el boom inicial, en el que acudir al nuevo frontón adquirió carácter de evento social, acercar al público al megalítico recinto no resulta sencillo a las empresas pelotazales.

Ni siquiera en las grandes finales como la de mañana, hasta ahora el gran filón del Bizkaia con sus 3000 entradas. Los tiempos en los que las localidades para las grandes citas como ésta se agotaban en días pasó a la historia y a última hora de la tarde de ayer, con la venta por internet ya cerrada, quedaban unas 290 a la venta, es decir, en torno a un 10% de su capacidad. Se ve que la polémica en torno al material no ha movilizado al aficionado, ni mucho menos.

Sin embargo, a la espera de lo que suceda con el Navarra Arena, su mayor aforo parecen asegurar a Bilbo ser la sede de la final del Parejas, como ha venido sucediendo desde su inauguración. El problema reside en el día a día, en el resto de festivales, en los que la imagen de vacío que traslada el frío hormigón, incluso con entradas que serían llenos en muchos otros frontones de nuestra geografía, preocupa a las empresas.

Búsqueda de soluciones

De hecho, Aspe y Asegarce ya están negociando con Custom Sport, empresa concesionaria del Bizkaia, una serie de medidas para dar otra imagen al recinto. En la reunión informativa que mantuvieron con los medios se habló de una nueva política de precios e incluso de cerrar el rebote, con lo que todos los aficionados se agruparían en una misma zona. En su día se probó con la presencia de DJs, con la idea de acercarse a un público más joven, idea que se desechó enseguida por su poca incidencia.

Pero es más, en breve toca renovar el contrato con la empresa que posee la explotación del recinto y los responsables de las empresas de la LEP.M pretenden rebajar los 17 partidos anuales que estipula el contrato firmado en agosto de 2015.

No obstante, la reducción de festivales es una realidad. Solo hay que mirar al Parejas, el Campeonato que más pelotazales convoca a los frontones. Con la final del domingo, este año se han programado cinco festivales en Bilbo, uno menos que el año pasado y tres menos que en 2012, el primer año en el que la cancha de Miribilla estuvo disponible para la totalidad del campeonato.

No es la única señal de alarma. A pesar de que las empresas afirman que la asistencia a los frontones ascendió un 7% en la comparativa entre 2015 y 2016, la afluencia al torneo de Aste Nagusia de Bilbo descendió un 30% en su última edición, otro claro ejemplo de que la oferta de la pelota a mano tiene dificultades en la gran urbe de Euskal Herria. El coqueto Labrit, con todos los condicionantes a su favor, y el Beotibar seguirán alimentando el día a día.

Navarra Arena, alternativa en 2018

Con el aforo del Ogeta reducido a 1800 espectadores y el histórico Atano III a la espera de una renovación que desde las empresas entienden indispensable para acoger grandes finales, Bilbo se ha postulado como prácticamente la única alternativa para las grandes finales. Así, de las 19 finales disputadas desde la inauguración del recinto de Miribilla, 15 se han disputado en el Bizkaia, tres en el Ogeta y 1 en el Atano III, una tendencia que podría verse en riesgo a partir de setiembre de 2018, fecha en la que el Gobierno de Nafarroa tiene previsto inaugurar el Navarra Arena.

Con una decena más de localidades que el frontón de Bilbo, la cancha iruindarra será la de mayor aforo de Euskal Herria y el Cuatro y Medio del año que viene parece la ocasión ideal para estrenarse. Hasta el momento, el contrato con la Diputación de Bizkaia aseguraba que al menos una de las tres grandes finales tendría su sede en Bilbo.J.O.