Cuerpos extraños se aparecen en cada entrega. Intento apartarme de la tragicomedia política pero encuentro pistas que me llevan a considerarlo ya como un drama democrático. Quizás sea todo una estrategia, pero esos cuerpos extraños que detecto son las filtraciones muy bien dosificadas que funcionan en contra de la mentira manipuladora que intenta instaurar la banda de Rajoy. Y si el asunto fuera robar, corromper económicamente, el lucro personal, la cosa se colocaría en un asunto conocido, la codicia, la ambición, pero me da que ahora se está visualizando otro asunto bastante más grave. Estamos ante una fase empezada hace ya muchos años, cuando el juez prevaricador utilizó técnicas goebelianas para decir que todo era ETA, que es una manera de corromper los conceptos democráticos de la Justicia cuyo colofón fue cerrar un diario, “Egin”, ¿recuerdan?

De aquellas barbaridades aceptadas, aplaudidas y consagradas con leyes a estas licencias que tienen los de la banda de Rajoy para hacer de la Justicia una mierda. Parece una sistemática lucha de la banda por retroceder en libertades, en nociones democráticas. Y algunos notan que se han pasado, que han alcanzado las cuotas más evidentes de desprecio democrático. Y lo que sucede, esos cuerpos extraños, es que conocemos conversaciones entre Ignacio González, Eduardo Zaplana y Enrique Cerezo hablando de poner a un ministro o cambiar a un Fiscal General. Estas filtraciones parecen conspiración golpista. Por cierto, a Cerezo se le acaban de comprar otras ciento cincuenta películas de su productora. Ya se había llevado unos millones grandes con otra venta anterior. Y lo que es más extraño: una exdiputada de IU en la Asamblea de Madrid es una tertuliana impuesta por González en TVE. Más madera. Algo está pasando y no nada bueno. Atentos.