No es que la política me enamore; prefiero otros temas que, aunque me pongan de muy mala leche, al menos la pueda digerir mejor. Pero lo cierto es que estos días me he acordado, y mucho, de una frase que nos soltó un buen amigo de la ikastola allá por la época estudiantil cuando aún ni entendíamos los entresijos de la política y solo nos dedicábamos a jugar en el recreo.

«El PNV es igual que el PP», nos soltó el susodicho compañero –no recuerdo en qué contexto–, mientras todos los presentes –es decir, niños– nos quedábamos con la boca abierta y sorprendidos. Pues bien, ahora más que nunca tengo que darle la razón una vez que el Partido Nacionalista Vasco ha apoyado los presupuestos de Mariano Rajoy.

Qué casualidad que solo Coalición Canaria –fiel aliada del PP–, UPN –otro que tal baila– y Ciudadanos con su omnipresente Albert Rivera a la cabeza hayan respaldado a un partido con tantos miembros de su ‘plantilla’ últimamente entrando y saliendo en los juzgados y no precisamente por sus actos de bondad.

Ayer en el Congreso, en la votación a las enmiendas a la totalidad de unos presupuestos que denuncian dan «carta blanca» al Gobierno español para recortar en gasto social, el único temor que tenía el PP era que nadie se equivocase o se ausentase a la hora de votar. Solo faltaba que hubiese aparecido Juan Carlos de Borbón y su ya mítico «lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir». Y el PNV tampoco se equivocó al votar.

Como bromeábamos con el mencionado amigo de la ikastola, «Echa-un-polvete» y que «nos quiten lo bailao».