Raimundo Fitero
DE REOJO

Escuela

Existe una escuela de humoristas-parodistas-imitadores que no expende titulación, pero que por cercar algo este autodefinido, podríamos considerar que viene de la televisión catalana como principal fuente de exportación de actores con estas características que logran trascender. No son los únicos, la historia es muy larga y existen antecedentes por muchos lugares, pero en los últimos años, los mejores, los que logran fijar un sosia que supera al original y que tiene más credibilidad llegan de Cracovia, el programa de TV3 y otros similares, sin olvidarnos que los programas de humor, los usan con asiduidad.

Ahora se está descubriendo en “Late motiv” de Buenafuente en #0 a uno que reúne varias características que lo hacen único, Raúl Pérez, que logra traernos los tics de sus parodiados, su voz, sus giros y su cara. Pese a ser un actor alto, consigue con su estudiada gesticulación atrapar al imitado más allá de su sonido o su manera de utilizar frases hechas. Es un artista. Estrenó a Paco Marhuenda y de verdad es que era para aplaudirlo desde casa. Es el que hace a Trump de una manera auténticamente fascinante. O a Josep Pedrerol. O a quien quiera. Es un genio. Estuvo alguna temporada en “Carrusel Deportivo” poniendo voces y creaba situaciones realmente increíbles.

Me gusta esta escuela. Buenafuente usa a muchos de ellos en sus programas. El otro día sacó al “negro del whatsapp”, el mismo actor que salió disfrazado de Carrero Negro. Juega siempre en el límite. Me gusta esta opción. Me gustan los martes en este canal. Broncano, Coronas y Buenafuente de una tacada en tres programas consecutivos que se salen de lo corriente. Y ahora digo yo que son los únicos programas políticamente efectivos. Los que sacan tertulianos son un simulacro, una trampa, un cachondeo, una parodia de mala escuela.