Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Obras son amores

San Siro homenajea a Totti, el Swansea pagará la entrada a 3.000 hinchas y el árbitro acude al autobús del Hoffenheim a disculparse.

‘‘La Sud rinde homenaje al rival Francesco Totti’’, rezaba la pancarta enarbolada por los tifosi más radicales del Milan en la visita esta jornada de la Roma a San Siro. Al recitar el once giallorrosi por megafonía, el locutor hizo un silencio tras nombrar a Il Capitano para que el estadio entero pudiera ovacionar como se merece a un jugador de leyenda no solo para su club sino para el fútbol italiano. En Milán saben bien lo que es la fidelidad a unos colores, la del que fuera su estandarte Paolo Maldini. Esta vez el protagonista era el hijo de la loba, el octavo rey de Roma, el eterno Francesco Totti al que curiosamente unos agentes del Milan arrebataron de los brazos de su madre en la modesta vía Vetulonia cuando apenas contaba 13 años. 25 años vistiendo los colores de la Roma, su Roma, su «mundo» como lo resumió en su carta de despedida, está de despedida esta temporada a sus ya 40 años y sin un minuto sobre el césped en San Siro. Los suyos no tuvieron ninguna piedad del anfitrión y golearon 1-4 –no marcaban cuatro goles en este feudo desde 1935– con dos goles más de un lanzado Edin Dzeko, Capocannoniere del Calcio con 27 dianas. El ídolo ni pisó el verde. Su técnico, Luciano Spalleti, con el que ha tenido sus más y sus menos, se defendió después: «Cuando meto a Totti cinco minutos me decís que lo estoy vacilando, tenéis que poneros de acuerdo en las críticas. Hagamos una cooperativa y decidimos todos si juega, ¿de acuerdo? Yo no gestiono la historia de Totti, gestiono el futbolista».

Al margen de los últimos coletazos de Totti en activo y de que este domingo el fútbol italiano vivirá su último gran clásico del curso con un Roma-Juventus en el Olímpico, con los primeros a siete puntos del líder –que empató en el derbi con el Torino– y tres jornadas por disputar, llama la atención la decadencia de los equipos de Milán. Los rossoneri no solo no carburan y más con ese sonrojante 1-4 que pudieron ser más si no llega a ser por las paradas de su joven arquero Gigi Donnarumma, sino que su vecino el Inter se arrastra si cabe todavía más hasta el punto de que su técnico acaba de ser cesado. El Milan no gana desde el 9 de abril, el Inter no lo hace desde el 12 de marzo; ninguno quiere ser sexto. Es la plaza que ocupa una de las gratas revelaciones de la temporada, el Atalanta, mientras la Lazio se consolida quinta, sobre todo tras golear 7-3 a la Fiorentina y clasificarse ya para la próxima Europa League.

El catennacio salta por los aires

Gianni Brera, uno de los grandes periodistas deportivos italianos, fue el culpable de que al Calcio se le ligara de por vida al catenaccio, una táctica que no nació en Italia sino que fue un austríaco de nombre Karl Rappan el que apostó por un 4-1-2-3, retrasando un hombre desde la medular a la defensa en la clásica disposición WM creada una década atrás. Hablamos de los años treinta del siglo XX. Rappan presentó al mundo de manera oficial su novesodo sistema en el Mundial de Francia, en donde fue bautizado como riegel en alemán o verrour en francés. Fue a fines de los cuarenta cuando la apuesta se trasladó a Italia donde un mediocampista bajaba a marcar y perseguir de manera exclusiva al punta contrario, e, incluso, le puso el ‘9’ a la espalda para tratar de despitar a los rivales.

La Salernitana fue el primer equipo en probar no solo la variación, sino que Giuseppe Viana, el técnico que importó las ideas de Rappan, retrasó también a otro hombre para que barriera lo que quedaba libre, y nacía así la figura del líbero. En ese momento emergía una cultura futbolística en Italia, «una mentalidad, algo tan consustancial a Italia como la obra de Miguel Ángel, la pizza, la ópera o la FIAT», en palabras del Chema R. Bravo en la revista ‘‘Panenka’’. Lo que al principio se conocía como vianema, el periodista Giannia Brera lo rebautizó en los años sesenta como catenaccio.

Hoy, en un campeonato en el que el Milan de Fabio Capello llegó a levantar el Scudetto en 1993 anotando solo 36 goles, la Serie A italiana se congratula de asistir a marcadores como ese 1-4 de la Roma o el 7-3 de la Lazio, o simplemente observar cómo esta campaña ha juntado a cinco jugadores como Dzeko, Belotti, Mertens, Higuaín e Icardi con más de 24 goles cada uno en un mismo curso, por primera vez desde 1949-50. Hacía muchos, muchos años que no se veían tantos «orgasmos», que diría Eduardo Galeano, en el país del ‘cerrojazo’. Y entre todos están destacando los registros del bosnio Dzeko, 27 dianas, y es que hacía 82 años que ningún jugador romanista alcanzaba esa cifra de efectividad.

El que ha batido su particular récord de goles en una campaña no solo es Edin Dzeko, sino que también Mario Balotelli ha llegado a los 15, nuevo techo del italiano, aunque su último tanto no pudo evitar la derrota en el Velodrome marsellés. Lejos, no obstante, de los estratosféricos 33 de Edinson Cavani, dos más esta jornada en el 5-0 del PSG que sigue a cinco puntos de un Mónaco virtual campeón a falta de dos jornadas y un partido menos para los del Principado. El fútbol francés, de moda en Europa, vivirá sin duda un verano calentito de idas y venidas, con el anunciado ‘plan renove’ en el PSG o el culebrón estival con el joven Mbappé, que ya apunta al Madrid.

En la Premier también hay curiosidad por cómo se van a reforzar clubes como el City de Pep Guardiola, que de momento solventó con 5-0 su duelo de esta jornada, sin alardes es verdad, y sigue cuarto acechando a un Liverpool bipolar que tenía el tercer puesto en la mano y ahora está a un solo punto de los citizens. Y todo porque su capitán James Milner falló desde los once metros ante el Southampton, su primer penalti errado desde 2009 y habían lanzando quince.

El que no falla es el Chelsea, el mismo que ganó este lunes y dado que el Tottenham perdió por sorpresa en casa del West Ham, si los de Antonio Conte vuelven a ganar este viernes en el feudo del West Browm, serán los justos y desde ya oficialmente nuevos campeones. Sucederán a un Leicester que desde que se fue Claudio Ranieri es el segundo equipo que más puntos ha sumado. Tres más se llevó al zurrón Arsene Wenger, aunque esta vez con un sabor especial. Su 2-0 al United supuso la primera victoria del alsaciano sobre José Mourinho después de trece enfrentamientos. Luego, fue preguntado por un periodista de la BBC si «¿estaremos hablando aquí la próxima temporada?», a lo que el técnico le respondió si «¿trabajarás el año que viene en la BBC?». El que no parece que vaya a seguir en el Swansea es Fernandito Llorente, que hizo el gol del triunfo de los ‘cisnes’ –suma 13– y quién sabe si la salvación. De momento, el club galés pagará la entrada a los 3.000 hinchas que les acompañen a jugar contra el descendido Sunderland.

Desde Rusia con dinero

Prácticamente decidido en Italia, Inglaterra y Francia, también está hecho en Alemania en donde el Bayern se está dejando ir, ganó 1-0 al colista e incluso Carlo Ancelotti admite que tiene difícil motivar a los suyos. El Leipzig sigue en plan martillo pilón y le endosó un 1-4 al Hertha, sexto, en tanto el esperado duelo Dortmund-Hoffenheim por la tercera plaza se saldó 2-1, con un mal partido de los locales de un Thomas Tuchel que se dice tiene la puerta de salida abierta de par en par. Partido, además, con dos graves errores arbitrales en los goles borussers y que acabó con el árbitro acudiendo después al autobús del visitante para disculparse.

El que no ha pedido permiso para ascender a la Premier League rusa es el desconocido FC Tosno, club de Leningrado con solo cuatro años de vida. Detrás del proyecto está un gigante inmobliario, siguiendo el aterrizaje de los oligarcas rusos en el fútbol del país. Durante los últimos años, el Zenit, con el dinero de Gazprom, ha ganado cuatro ligas; el Lokomotiv, con el dinero de los ferrocarriles, dos; el Rubin Kazan, con el apoyo del gobierno de Tartaristán, otras tantas; y el CSKA, propiedad de otro empresario del sector de la energía, un total de seis. Ahora le ha tocado al Spartak, el ‘equipo del pueblo’ propiedad de un millonario con suculentas acciones en la poderosa petrolera Lukoil. Aunque para negocio el del superagente Mino Raiola, de quien Football Leaks ha revelado se embolsó 41 millones de libras del traspaso por 89 de Paul Pogba de la Juve al United. ¡Ay Totti, no te vayas nunca...!