Me siento capaz de convertirme en especialista televisivo, radiofónico o periodístico cada vez que se vuelva a repetir una acción terrorista de cualquier grupo que se inspire en el Isis o el Daesh. Los que salen parecen tener un manual viejito, plegado en varios bloques y lo repiten de manera automática. Lo sucedido en Londres en horario de fútbol, de “La Sexta Noche” o “Deluxe”, nos lo corroboró de manera esplendorosa. En vivo y en directo. Repetir los manuales, hacer ver que cada tertuliano tenía información privilegiada y reiterar lo dicho unas dos horas antes. Destacar que Iñaki López y su equipo cambiaron la escaleta y se dedicaron a ponerse serios, atender a lo sucedido y a repetir lo que se sabía, pero con vitola de especialistas. Además en algún momento ponían ritmo de fútbol. Me sé la cartilla, pueden contar conmigo.

Lo que no puedo hacer es competir con algunos reportajes documentales de los canales especializados. Disfruté en “National Geographic” con uno dedicado a unas cuevas enormes en una región de China, con un equipo de espeleólogos, biólogos, geólogos y demás personal imprescindible para cubrir esta producción audiovisual que nos enseñaron un lugar en el suroeste chino donde hay unas cuevas descomunales, unas paredes de kilómetros, una región casi virgen. Tienen fundamentos científicos, no son aventureros, pero saben contar muy bien sus días en esos lugares. Y hay truco. Sí, lo siento, las cámaras llegan antes que los expedicionarios para darle ritmo narrativo, los animales y minerales que encuentran y detallan seguramente no los hallan en ese mismo lugar donde nos los retratan, pero nos plegamos a estos trabajos, a estas fuentes de conocimientos, de divulgación científica, algo tan necesario en este mundo de tanto oscurantismo y palabrería huera.