Aritz INTXUSTA
IKUSMIRA

La auditoría al régimen por fin ha empezado

Ha sido así, como quien no quiere la cosa, cuando ha empezado lo que tanta gente reclamaba: la auditoría al régimen. Al fin aparecen las cosas que no cuadran, la corrupción, el escándalo. Las alfombras se levantan desde diversos ángulos. Hoy arranca ya en firme la comisión de investigación de la planta de purines de Ultzama. Son tres millones de euros públicos tirados por el desagüe con la mano derecha de Esparza en el centro del remolino. Y es más que probable que el nombre de su sustituto en el Ayuntamiento, un tal Tornarías, se popularice en breve.

También Hacienda hace públicos los nombres de los grandes deudores. Ahí está la empresa de la navarrísima Beltrán, con más de 700.000 euros de deuda. La banda de corellanos le supera, con los 850.000 euros de Majo, despuntando entre los morosos del ladrillo. Eso, sin entrar en GAPs, la empresa de publicidad favorita de muchas instituciones públicas.

Y mientras, estalla el escándalo de UAGN, la pata rural del régimen. Su fraude, de tan burdo, acabará salpicando al Departamento de Desarrollo Rural más pronto que tarde. El Gobierno ha tenido que personarse a lo Indiana en busca del dinero perdido.

En paralelo, desde Madrid, la Audiencia Nacional decide ampliar el plazo para continuar investigando la denuncia de Kontuz por lo ocurrido en la CAN. Y así, otro año y medio de plazo para mirar los tejemanejes de Sanz y Goñi.

La gente exigía sacudir alfombras y ya vuela el polvo y el lodo. Con suerte y valentía, alguno se va a llevar más palos que un felpudo.