El Gobierno cubano condenó la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de revertir la política de diálogo entre Estados Unidos y Cuba y aseguró que continúa dispuesto a continuar con las «respetuosas conversaciones» entre ambos países.

Trump anunció el viernes un endurecimiento de la política hacia Cuba, lo que supone un retroceso en el acercamiento iniciado en 2014 por la Administración de Barack Obama.

«El Gobierno de EEUU recurre de nuevo a métodos coercitivos del pasado al adoptar medidas de recrudecimiento del bloqueo», indicaron las autoridades cubanas, que reiteraron su voluntad «de continuar con el diálogo respetuoso, así como la negociación de los asuntos bilaterales pendientes. El endurecimiento de las políticas no provoca sino daños al pueblo cubano».

Aunque la Casa Blanca decidió mantener el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, Trump justificó el golpe de timón por «el estado de los derechos y las libertades fundamentales en Cuba». El Gobierno cubano aseguró que el presidente estadounidense ha manipulado el asunto de los derechos humanos con fines políticos y replicó que «EEUU no puede dar lecciones» en este terreno.

«En los dos últimos años se ha podido demostrar que los dos países pueden cooperar y convivir de forma civilizada, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambas naciones. Sin embargo, no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia, ni que acepte condiciones de ninguna índole», señaló.