Todo aquel que haya estado alguna vez en Hondarribia habrá comprobado que el pueblo es un auténtico embudo. Me explico. Para entrar y salir solo hay un acceso por carretera; la única alternativa es ir por el monte Jaizkibel. Imaginaos en pleno verano y en hora punta que pitote se forma en los accesos y salidas.

Bueno, pues a Osakidetza no se le ha ocurrido otra cosa que suprimir la única ambulancia que prestaba el servicio de urgencias básicas para Hondarribia y poner otra unidad con servicio de enfermería que cubrirá el conjunto de Oarsoaldea-Bidasoaldea.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda contar con una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) por cada 25.000 habitantes y de una de Soporte Vital Avanzado (SVA o medicalizada) por cada 120.000. Pues bien, a día de hoy hay dos ambulancias de soporte básico para una población de 77.000 habitantes entre Irun y Hondarribia, que llega a ¡120.000 personas en verano! y la ambulancia medicalizada llega desde Donostia y cubre una población de 427.000 habitantes.

Los expertos han advertido de que estos cambios conllevarán un incremento significativo de los tiempos de espera. Y por desgracia el pasado día 16 se pudo comprobar, cuando una unidad necesitó 20 minutos para llegar hasta un joven de 33 años que desfalleció súbitamente cuando corría y terminó falleciendo.

Lo que se viene pidiendo históricamente es una ambulancia medicalizada para Bidasoaldea. Y ahora además Irun está en plena celebración de sus Sanmarciales. Así que dense prisa, por favor.