El PP presentó ayer en Bilbo su propuesta fiscal para la CAV, que contempla eliminar el Impuesto de Patrimonio, reducir el gravamen del ahorro y el Impuesto sobre Transmisiones, ampliar el mínimo exento para las donaciones y sucesiones, y aumentar las deducciones a los menores de 30 años por alquiler de vivienda habitual.

Alfonso Alonso señaló que su partido aboga por «cambiar el modelo fiscal desde el lado del gasto» y afirmó que el Gobierno de Iñigo Urkullu «presiona a las diputaciones para subir los impuestos» porque «se embarcó en una política social inasumible» que implica incrementos presupuestarios año a año. Dichos incrementos descansan, a su juicio, en «una presión fiscal creciente» debido a que el Ejecutivo se apoya en «una izquierda irresponsable» e «incapaz de entender» que ciertos modelos sociales implican subir «indefinidamente la cantidad destinada a subsidios que alejan a la gente de la posibilidad de la inserción laboral».

Alonso recordó que apoyaron la reforma fiscal de 2013 debido a la situación de crisis, pero resaltó que la coyuntura ha cambiado y este año la recaudación «sube a un ritmo del 11%» respecto a 2016. En este contexto, defendió la bajada de impuestos para favorecer la recuperación de la capacidad adquisitiva y hacer de la CAV una comunidad atractiva para la inversión.

La propuesta plantea reducciones en el IRPF a las rentas menores de 31.000 euros (afectaría a casi 800.000 personas), reduciendo los dos tipos marginales del 23% al 21% y del 28% al 27%. Según los datos aportados por Alonso, un ciudadano con una renta anual de 30.000 euros vería minorada su factura fiscal en 450 euros al año.

El PP plantea aumentar las deducciones por descendientes y ascendientes, así como la destinada al alquiler de vivienda habitual para menores de 30 años. Propone ampliar las reducciones por aportaciones a planes de pensiones y aplicar exenciones en la tributación en las transmisiones de vivienda con destino a residencia habitual.