Iñaki IRIONDO
Elkarrizketa
JULEN ARZUAGA
SECRETARIO DE LIBERTADES DEMOCRÁTICAS DE EH BILDU

«Hay que lograr hechos, como los de Errenteria y los acuerdos sobre presos»

Julen Arzuaga, secretario de Libertades Democráticas de la nueva dirección de EH Bildu y parlamentario, destaca que lo importante son los hechos, como los que se han dado en Errenteria o los acuerdos políticos y sindicales logrados en torno a los derechos de los presos, y para ello lo importante es la voluntad de alcanzar esos acuerdos sin atascarse en la terminología.

En los últimos días se han producido noticias como el acto de reconocimiento a víctimas de ETA en Errenteria, los acuerdos plurales en defensa de derechos de los presos, la petición fiscal contra los jóvenes de Altsasu y la disolución de la Comisión Internacional de Verificación por considerar cumplidos sus objetivos. Todas ellas entran dentro del ámbito de trabajo de la Secretaría de Libertades Democráticas que desde el congreso constituyente ocupa Julen Arzuaga, quien recuerda que «hace unos meses EH Bildu presentó el documento “Bakerako Euskal Konponbidea” con sesenta y ocho acciones resolutivas en cuatro ejes: desarme, desmilitarización, presos y víctimas; y la actualidad nos está diciendo que las cosas se están moviendo en esos ejes, en unos casos evolucionando y en otros involucionando. El esquema que planteamos responde a una voluntad de resolución integral. Estamos llegando a acuerdos con nuevas fuerzas, pero vemos también que sigue habiendo un actor, el PP, que pone todo tipo de obstáculos para impedir avances en términos razonables».

La vía de los acuerdos, como los habidos sobre presos, ¿es entonces la que propone EH Bildu para avanzar?

Sí, y más que en las palabras y en la terminología en sí de los acuerdos, nos estamos centrando en el propio acuerdo como acción. Hay una nueva amplitud política, sindical, social que quiere que haya movimientos en positivo en el ámbito de los presos. Las palabras son importantes pero sobre todo son importantes los hechos, porque esa fotografía lo que hace es aislar a los que no quieren moverse. En el ámbito de los presos enfermos hay ya un acuerdo asentado de que tienen que estar libres por motivos humanitarios y hay que ver cómo se actúa en ese terreno. Hay un acuerdo importante de que hay que acabar con el alejamiento y la dispersión, en el que todavía tenemos que trabajar. Y hay un tercer ámbito, en el que tenemos que debatir mucho, que es el de cómo los presos y presas acceden a su derecho último que es la libertad.

Pero el ministro de Interior dice que no se va a mover.

Los partidos que no somos Gobierno y ministro de Interior tendremos que debatir sobre eso, y espero también que pasemos de las discrepancias a los acuerdos. Las conclusiones del debate del EPPK establecen un nuevo marco muy razonable para ver cómo enfocar la vuelta a casa. Los presos vienen de una situación de resistencia y se colocan en una situación de resolución. Los presos han sido hasta ahora objeto de una política de Estado, de chantaje, de venganza... y ellos mismos han decidido pasar de ser objeto a ser sujetos de decisiones políticas, de derechos humanos reflejados por la propia ley y sujetos de resolución. Y en estas llega el ministro de Interior que dice algo que resulta increíble, que a estos presos se les trata como al resto, cuando está claro que eso no es así desde la propia ley que se les aplica, la forma en la que se les trata y las exigencias a las que se les somete para acceder a sus derechos, que no se les pide al resto de presos. Para acceder a la libertad a otro preso se le evalúa la posibilidad de reincidencia, y en el caso de los presos del EPPK está claro que no hay posibilidad de reincidencia. Hay que afrontar esas medidas de excepción.

¿Se podría cambiar esa legislación de excepción?

De eso tenemos que hablar los partidos. Qué se puede hacer con la legislación actual, cómo se puede reinterpretar, y qué se puede hacer para cambiar esa legislación.

El PSE está entrando en esos acuerdos...

Lo valoramos positivamente. Se está logrando que los acuerdos se hagan en términos abiertos, en los que todos estemos cómodos, y con objetivos claros.

¿Puede servir ese método para la Ponencia de Convivencia?

Estoy convencido de que sí. La idea es que si queremos seguir discrepando encontraremos los términos para hacerlo; si queremos trabajar en lograr acuerdos, lo plasmaremos también en términos. Lo primero es la voluntad y después la forma que se le acabe dando.

Los partidos con los que comparten ponencia, y hasta algún portavoz del PP, han alabado el acto de reconocimiento a víctimas de ETA de Errenteria...

El valor que tiene lo de Errenteria es que más que unas palabras concretas en un día determinado ha sido un proceso que se está trabajando desde hace años y que afronta todos los ejes del conflicto. Se han conseguido acuerdos sobre presos como Aitzol Gogorza, sobre los tres jóvenes detenidos en Iruñea, sobre la cuestión de víctimas de ETA, que fue el último acto, y también sobre víctimas del Estado en otros actos. ¿Son importantes las palabras? Por supuesto, pero lo fundamental es el marco que se está trabajando en Errenteria para que esto se pueda dar y, sobre todo, la voluntad que hay tras esas palabras. EH Bildu ha dicho que vamos a empatizar con las víctimas, que vamos a buscar su reconocimiento y su reparación. Y en ese proceso de acercamiento, el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, ha encontrado una formulación con la cual estoy totalmente de acuerdo y ratifico sus palabras. Y también se está haciendo en otros municipios como Azpeitia, Hernani, Iruñea... Es una línea 100% EH Bildu.

Parece que lo que hacen nunca es suficiente...

Tal vez, precisamente, por lo novedoso de algunos términos. Lo importante es la voluntad de acercamiento y también la voluntad de algunas víctimas para avanzar. Lo que ocurre es que hay palabras que en lugar de reconocer y reparar a las víctimas, lo que pretenden es marcar el relato. E incluso a algunos no les duelen prendas en apropiarse de algunas víctimas para fijar su propio relato. Ahí vamos a confrontar y vamos a debatir, pero lo que no se puede discutir es que todas las víctimas tienen derecho al reconocimiento y la reparación.

Se acercan actos de recuerdo a Miguel Ángel Blanco...

Estaremos en los actos. Todas las víctimas tienen el derecho al reconocimiento y a la reparación, y Miguel Ángel Blanco como el resto de ellas.

Pero hay víctimas, las de la violencia del Estado, a la que constantemente se les está negando ese reconocimiento y esa reparación...

Lo que también nos indica la experiencia de Errenteria es que al igual que EH Bildu tiene disposición a empatizar con las víctimas, lo correcto sería que quienes tienen responsabilidades en el terrorismo de Estado, en la violencia del Estado, hicieran lo propio con las víctimas que generaron, se acerquen a ellas, y les digan lo que les tengan que decir, no voy a fijar con qué formulación, pero en términos de reconocimiento y reparación.

Pues al Estado se le ve más en términos de venganza. Ahí está la petición fiscal de Altsasu...

Es esa estrategia la que tenemos que desvelar y tenemos que confrontar. La desproporción en la petición de condena de los jóvenes de Altsasu es obscena. Se han hecho muchas comparaciones en estos días. Voy a hacer otra. Si se llega a juicio, la familia de Iñigo Cabacas solo podrá pedir cuatro años de prisión con la calificación de homicidio imprudente que ha hecho la jueza de instrucción. Cuatro años por la pérdida de un hijo, frente a los 62 de Altsasu. La desproporción es obscena. Pero este caso debe abrir el debate sobre cuál es el servicio que la Guardia Civil presta a la población de Altsasu, si no es el de servir a esa estrategia de impedir la normalización de la convivencia. En resolución de conflictos se suele recoger la garantía de no repetición. Para eso hay que hablar de la desmilitarización. Y mientras la Audiencia Nacional quiera coger este tipo de casos, vamos a tener el peligro de volver a caer en ese bucle perpetuo.

La Comisión Internacional de Verificación ha dado por acabada su misión tras confirmar el desarme total de ETA. ¿Qué valoración hace de ello?

Positiva. En primer lugar, ratifica que ETA ha cumplido sus compromisos de desarme y esto borra cualquier sombra de duda que algunos han pretendido extender, no sé con qué interés...

El ministro de Interior esta misma semana habló de «entregar todas las armas, y no el paripé que hicieron».

Ahí se establece una pugna de autoridad entre el Ministerio de Interior y estas personalidades internacionalmente reconocidas, que además tenían acceso a los datos de ETA para poder hablar hoy, ya con conocimiento, de que han dado cumplimiento al desarme. La nota de la CIV tiene también el agradecimiento que dan a las instituciones vascas y querría remarcar en especial el que dan a la sociedad vasca, y englobo ahí el papel que han tenido los “Artesanos de la paz”. Hay que señalar que “Bakerako Euskal Konponbidea”, de las 68 medidas planteaba 6 para el desarme. Hoy podemos decir que esas seis iniciativas están cumplidas. Esas seis carpetas están cerradas. La voluntad de EH Bildu es ir cerrando paso a paso las 62 que quedan, para ir cerrando un ciclo.

¿Y la carpeta de la disolución de ETA que tantos piden?

Desde nuestro punto de vista, si algo tenía urgencia para nuestro país era que ETA fuera una organización inocua, que no fuera una amenaza para nadie y eso ya está conseguido. ETA afrontará el debate –hay mucha especulación sobre eso– y dará a conocer su decisión.