Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «Tom of Finland»

Adonis pasea bajo el sol de California

Una figura tan extrema e iconográfica como la  de Touko Laaksonen, más conocido por su nombre artístico de “Tom of Finland”, merecía un retrato tan conciso como el que se plantea en este biopic. Considerado como un referente a la hora de definir y perfilar la masculinidad gay, en su obra topamos con una galería de hombres musculados que, transformados en arquetipos idealizados, marcaron a toda una generación e influenciaron a creadores tan dispares como Robert Mapplethorpe, Bruce Weber, Rainer Werner Fassbinder o Freddie Mercury. En este biopic, el artista es retratado en diversas etapas de una vida señalada que primero fue marcada por la opresión y homofobia que padeció durante su juventud y su vuelta de la Segunda Guerra Mundial convertido en héroe de guerra. En este punto nos cruzamos con un “Tom of Finland” que para eludir la opresión sexual que debía continuar padeciendo, optará por el amparo de la clandestinidad para compartir relaciones que lo alejen por unos instantes de una farsa matrimonial y, sobre todo, por dar vía libre a sus instintos y emociones a través del arte.

Todo ello es filmado con una gran sutileza por un cineasta que plasma con respeto y acierto las entrañas de un creador que en su rigurosidad lúbrica determinaba el buen acabado de su obra dependiendo de sus propias erecciones.

Todo ello se concentra en esa puerta abierta a la libertad y la fantasía que supone armarse con un lápiz y dotar de formas y contenidos un espacio en el que todo es posible. A medio camino entre la gelidez que emana de los paisajes finlandeses y la cálida arena californiana, colocamos a un artista que trituró el concepto “afeminado” que se le otorgó a los homosexuales y abrió nuevas perspectivas para quienes, desde ese instante, acogieron con los brazos abiertos a los musculosos Adonis de sonrisa pícara.