Una pantalla en blanco o negro
Irlanda, la Isla Esmeralda, acoge desde hoy y hasta el 26 de agosto la octava edición de la Copa del Mundo de rugby en su versión femenina. Dublín será la sede de la fase de grupos, mientras que las eliminatorias se jugarán en Belfast, capital del norte. Dos estados por ahora pero un único equipo, ya que la selección oval está unificada, cosa que no sucede por ejemplo con la de fútbol, con un combinado para la República y otro para North Ireland.
Este torneo llega tres años después del anterior, y no cuatro. Se produce así un cambio de calendario y pasará a jugarse en años impares –el próximo en 2021–, como su versión masculina, que ya observa en el horizonte la llegada de Japón 2019.
Además de las anfitrionas tomarán parte otros once equipos, divididos en tres grupos de cuatro. Los tropiezos están prohibidos, ya que solo pasan a semifinales las líderes de cada grupo y las mejores segundas.
Que se lo pregunten a Nueva Zelanda, cuatro veces campeona y que en 2014 se vio obligada a pelear por la quinta plaza tras encajar una inesperada derrota ante Irlanda, 14-17 con una defensa sobrehumana de las europeas.
Las Black Ferns –helechos negras, por la hoja que aparece en su escudo– son segundas en el ranking mundial, están encuadradas en el grupo A y se jugarán el pase con Canadá, número tres y vigentes subcampeonas.
Gales parte como tercera en discordia, mientras que Hong Kong, único equipo con una mujer dirigiendo desde el banquillo, apunta a cenicienta.
Inglaterra defiende el título conseguido en París en 2014 –el segundo de su palmarés, el anterior fue en 1994– y vuelve a presentarse como gran favorita, con permiso de las neozelandesas. Salvo sopresas, las número uno del ranking son superiores a Estados Unidos (7), España (8) e Italia (9), que pelearán por la segunda plaza.
Las Leonas que dirige José Antonio Barrio, ‘Yunque’, cuentan con una nutrida presencia de jugadoras vascas, con Uribarri Barrutieta, Ángela del Pan, Amaia Erbina, Anne Fernández de Corres, Saioa Jaurena y Bárbara Pla, esta última catalana pero ya afincada en el Getxo desde hace muchísimos años. Además, el club gualdinegro cuenta con la presencia de la cántabra Carmen Pérez.
Francia (4), Irlanda (5) y Australia (6) forman parte del grupo con más aspirantes a semifinales, el C. En febrero pasado las dos primeras selecciones ya se enfrentaron en Dublín, en el marco del Seis Naciones, y la victoria cayó del lado local pero por muy poca diferencia (13-10).
Céline Ferer, del AS Bayonne, y Patricia Carricaburu, zuberotarra de Altzuruku que juega en el Lons bearnés, conforman la presencia vasca entre las Bleuets. Japón, que retorna a un Mundial tras quince años de ausencia, aspira a dar alguna sorpresa que le permita colarse entre las ocho mejores.