Garbiñe Muguruza recibió ayer en Tokio el trofeo de número 1 del mundo en un acto previo su debut en este torneo, de categoría Premier y dotado con 890.100 dólares en premios, que tendrá lugar mañana contra la ganadora del duelo entre la puertorriqueña Monica Puig y la taiwanesa Su-Wei Hsieh.

Garbiñe, que parte como primera favorita, fue premiada en el hotel Grand Nikko Tokyo Daiba de la capital japonesa con el galardón que le acredita ser la mejor de la WTA y la mujer número 24 que lo logra.

«Ahora me viene un peso importante, competir con esta estrella en la espalda», declaró en relación a la responsabilidad que asume, aunque se mostró feliz y optimisma. «Es un sueño hecho realidad. He llegado aquí a una edad temprana, todavía tengo mucho por jugar y eso me motiva para intentar mejorar y mantener lo que he conseguido». Añadió que su objetivo ahora es «intentar seguir jugando igual, obtener el mayor número de victorias, mantener el ranking. En definitiva, acabar el año sin remordimientos».