Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

La Ponencia de Memoria arranca con los testimonios de las tres primeras víctimas

Rosa Lluch, hija de Ernest Lluch, y Josu Elexpe, hijo de Froilán Elexpe, víctimas de ETA, y Unai González, víctima de la dispersión, comparecieron ayer ante la Ponencia de Memoria y Convivencia para compartir su experiencia personal y sus peticiones al Parlamento. Con ellos arrancó la fase de recogida de testimonios de víctimas y de algún experto.

Rosa Lluch, hija del exministro del PSOE Ernest Lluch, muerto a tiros por ETA el 21 de noviembre de 2000, abrió la fase de comparecencias ante la Ponencia de Memoria y Convivencia, por donde pasarán víctimas de distintos tipos de violencia y algún experto. Además de la cuestión de las víctimas, la ponencia también abordará las áreas de política penitenciaria, convivencia, y derechos humanos.

Rosa Lluch declaró a la salida de su comparecencia que la iniciativa le parece «muy muy positiva y muy muy necesaria. Creo que hay que empezar a cerrar heridas y reconstruir puentes», sostuvo. Sobre el mensaje que les había trasmitido a los parlamentarios, afirmó que «hay que buscar puntos de encuentro, pero que no se puede justificar la violencia».

Lluch añadió ante los medios que «la violencia fue un error colosal; lo fue la violencia de ETA, la del entorno de ETA, pero también la violencia de otros grupos paraoficiales que se gestaron en las cloacas del Estado y también fue un error colosal la violencia de las FSE».

La segunda comparecencia corrió a cargo de Unai González, cuya suegra falleció el día de navidad de 2007 en un accidente cuando acudía a visitarle a la cárcel de Teruel, donde cumplía pena por su pertenencia a Jarrai. González recordó que son 16 las personas que han perdido la vida cuando iban a ejercer el derecho reconocido a la vida familiar, visitando a un allegado «ilegalmente alejado».

Según explicó, pidió a los parlamentarios de la Ponencia «el reconocimiento que a día de hoy las víctimas de la dispersión no tienen y, por otro lado, la garantía de no repetición que tampoco tienen. Que no vuelva a haber una nueva víctima, que ninguna otra persona vuelva a morir», reclamó Unai González.

La tercera víctima en comparecer ayer ante la ponencia fue Josu Elexpe, hijo del concejal del PSE de Lasarte Froilán Elexpe, a quien ETA mató el 20 de marzo de 2001. Al contrario que quienes le precedieron, Elexpe no quiso hacer declaraciones ante los medios de comunicación.

Polémica

Algunas asociaciones de víctimas, a las que de inmediato ha hecho coro el PP, han criticado en los últimos días que un preso compareciera en la Ponencia y se le «equiparara» a las víctimas de ETA. A Rosa Lluch se le preguntó ayer si le había molestado comparecer en un foro en el que luego hablaría Unai González y fue contundente al responder que no. «Yo soy víctima de ETA y él es víctima de otra historia. Pero –aclaró– si tenemos que hablar de sufrimiento, todos los sufrimiento y dolores valen».

Unai González, que aclaró que su comparencia no había sido como preso sino como familiar de una persona muerta por la dispersión, reclamó también que «es necesario tener en consideración a todas las víctimas y reconocer todos los dolores».

Al PP –que no participa en la Ponencia– le importaron poco las palabras de Rosa Lluch. Carmelo Barrio dijo que las respetaba, pero que la comparecencia de González era «intolerable», porque «no es una víctima», sino «un responsable de la violencia» de ETA. Afirmó además que es Sortu quien dirige el trabajo de la Ponencia.