Leo que este verano ha habido en Alaska dos muertos por ataque de osos, excursionistas que deambulan por ese ‘wilderness’ sin paliativos que todavía se encuentra en Canadá o en el mismo USA. Leo también que en Francia ha habido 18 accidentes mortales relativos a la caza. La diferencia es que no ha habido ninguna víctima ajena a los mismos cazadores, cosa de agradecer si andas por el monte y no formas parte del equipo cazador. En cambio en determinados ambientes salvajes los excursionistas (o alpinistas, o escaladores, que de todo ha habido) suelen ser los cazados. En la revista “Alpinist”, Clint Leander pasa revista a un aparatito de 20 grs. que al separarse en dos de sus componentes emite unos 120 decibelios, similar a una sirena de ambulancia. El fabricante estima que el 80% de los osos huyen. Lo curioso es que este aparato, según se dice, es en su origen de uso frecuente en los campus universitarios para repeler o avisar de ataques (presumiblemente contra mujeres). El famoso spray de pimienta, publicitado como herramienta importante en un bolso femenino contra ataques de sus congéneres (normalmente del otro género), es desde hace mucho herramienta imprescindible contra osos en los parques nacionales americanos, exigido incluso de forma oficial para poder transitar por ahí. El autor declara que por si alguno de los dos métodos fallara, dispone de cartuchos magnum 44. De momento no está disponible en el bolso de la mayoría de las mujeres, al menos por aquí.