Raimundo Fitero
DE REOJO

La hora

En estos días es muy importante saber la hora. Especialmente la hora de escribir estas disquisiciones. En un rato el relato se lo come el gato. Los acontecimientos se encadenan con un ritmo interno que escapa a la táctica suiza de segundo a segundo. Vas a la cocina a apagar el cocido y ya ha marcado un gol Osasuna o le han expulsado a un jugador. Si tienes la santa pachorra de ver las ruedas de prensa, del portavoz del gobierno y del titular de la banda, sabes que el tiempo es relativo, pero que la conjugación de los verbos no es fruto de un arrebato. Hoy ya sabemos algo más que pasa, pero cuando junto estas letras, la sensación es de que estamos ante una transición a la inversa. Vamos a peor. Especialmente porque TVE coloca en la parrilla el retorno de OT, Operación Triunfo, que es una forma de reventar la caja. Las generalistas del duopolio han contraatacado y  han variado su parrilla para luchar minuto a minuto con el famoso concurso de talentos cantores. Digamos que nos preguntamos si es la hora adecuada, porque yo veo otros asuntos similares que vienen avalados por franquicia multinacional y nadie sabe de dónde salen tantos aspirantes y recomendados.

Se abre una etapa donde todo es posible. ¿Desmontar un Gobierno y limitar un Parlamento es un golpe de Estado, verdad?. Si se cumplen los rumores de que van a “nacionalizar” TV3, el paso atrás será descomunal y definitivo. Una intervención de la radio y televisión públicas catalanas sería el acto de máxima agresión, una situación insostenible, porque TVE es una auténtica jauría de manipuladores y fabricantes de realidades paralelas a favor de la banda de Rajoy como jamás se había visto. ¿Se atreverá a obligar en la radios y televisiones catalanas a escuchar y ver el “parte”, como cuando vivía el generalito asesino de las patas cortas? ¿Qué hora es? ¿De qué día y año?