Octubre no ha hecho sino corroborar la línea irregular que la Real viene protagonizando en el campeonato liguero. Apenas una victoria en mes y medio es un bagaje lo suficientemente raquítico como para que a la escuadra guipuzcoana no se le puedan atribuir opciones de volver a luchar por una plaza europea, tal y como hizo el ejercicio pasado.

A diferencia de anteriores campañas, en esta ocasión sí que el conjunto txuri urdin tuvo un inicio eléctrico, encadenando tres triunfos consecutivos –cuatro, si contamos la goleada sobre el Rosenborg–, que despertaron la ilusión entre su parroquia, si bien el paso del tiempo ha dejado todo ello en un espejismo. La visita del Real Madrid a Anoeta, un equipo que se viene imponiendo en Donostia con bastante facilidad en los últimos tiempos, fue el punto de inflexión negativo para los intereses de la Real.

Desde ese momento, los de Eusebio Sacristán mudaron su imagen y rendimiento de manera radical. Hasta tal punto que las expectativas fraguadas en los primeros compases de torneo se quedaron en agua de borrajas. Desde ese tropezón frente a los merengues, el cuadro txuri urdin solo ha sabido sacar los tres puntos ligueros en el derbi que le midió al Alavés en Mendizorrotza.

Y eso que, quitando el gran momento de forma del Valencia, el resto de rivales a los que se han enfrentado en este intervalo de tiempo son los que, a priori, podrían catalogarse de asequibles para haber sacado mejores resultados. Sin embargo, la Real no ha carburado ni en su estadio, ni lejos de él.

Dinámica decepcionante

Disputó un partido loco frente al Betis, con un marcador de esos poco acostumbrados a verse en Primera (4-4), que perfectamente podría haber caído de un lado u otro, para acabar rescatando un punto, o dejando dos en el camino, según se mire. Más contenido, pero no por ello menos decepcionante, el empate frente al Espanyol (1-1) volvió a dejar patente la trayectoria discontinua del equipo a la hora de rentabilizar sus esfuerzos.

Una dinámica que se ha venido manifestando con idénticos resultados cuando los txuri urdines han tenido que desenvolverse en campo ajeno. Si quitamos la ya mencionada victoria en Gasteiz y la de Vardar, el resto de salidas deben contabilizarse como derrotas. La primera de manera contundente en el Ciutat de Valencia (3-0) y la última el domingo en el Coliseum Alfonso Pérez. Entre medio, el resultado también adverso cosechado en San Petersburgo (3-1).

Entre las razones de tan irregular recorrido, destaca de manera poderosa el número de goles encajados, muy superior al de la pasada campaña a estas alturas. Ahora mismo, hasta en veinte ocasiones ha tenido que ir Gero Rulli a sacar el balón de las redes, mientras que hace un año, cumplidas diez jornadas, solo lo había hecho en doce oportunidades. Curiosamente, la cifra de puntos apenas varia, uno menos en este ejercicio.

En otro orden de cosas, la Real anunció ayer que el próximo 13 de diciembre se celebrará la Junta General de Accionistas en el Kursaal donostiarra. El presidente de la entidad txuri urdin, Jokin Aperribay, comparecerá hoy ante los medios de comunicación para explicar los pormenores de esta asamblea de propietarios del club.

Varios txuri urdines pasan el segundo corte de fútbol draft

Nahikari García, Asun Quiñones, Leire Baños y Paola Soldevilla, en el apartado femenino, y Mikel Oyarzabal e Igor Zubeldia, por el lado masculino, pasaron el segundo corte del fútbol draft, una iniciativa que premia a los mejores canteranos en ambas categorías.

Todavía deberán superar una tercera selección –se realizará el 29 de noviembre– y una cuarta definitiva el 18 de diciembre, fecha en la que se darán los onces ideales.GARA