La Real protagoniza el peor arranque de su historia y a Juanjo Arregi le ha tocado pagar la factura. El club txuriurdin hizo pública ayer su decisión de sustituir al técnico, al que agradeció «toda la aportación, la profesionalidad y la dedicación que ha mostrado durante el ejercidio de sus funciones en la dirección del conjunto femenino».

El próximo domingo, será Gorka Álvarez, hasta ahora segundo entrenador del urnietarra, el que se siente en el banquillo de la Ciudad Deportiva Dani Jarque para dirigir al equipo frente al Espanyol. Un cargo que, según se especificaba desde el propio club, ocupará «de forma interina».

Juanjo Arregi llegó a la Real el pasado junio para ocupar la vacante de Igor San Miguel, al que la Real no renovó tras haber permanecido dos temporadas en el cargo. El nuevo entrenador aportaba una larga experiencia –había entrenado a la selección, tanto en categoría absoluta como en inferiores, al Urnieta y al Añorga, al que clasificó para disputar el play-off de ascenso–, aunque debutaba en los banquillos de Primera de la mano de la Real. También lo hará Álvarez, que igualmente llegaba a Zubieta en junio, tras haber pasado por Hernani, Mariño o Añorga.

Ambos viven una situación inédita –nunca antes la Real había destituído a su entrenador–, como lo es la que atraviesa el propio equipo. No es la primera vez que las donostiarras se ven obligadas a reaccionar tras un mal arranque pero en ninguna de sus once temporadas anteriores en Primera habían alcanzado estas alturas de la competición con unos números tan pobres. Con siete jornadas disputadas, la Real es el farolillo rojo, después de que no haya podido sumar un solo punto y apenas haya marcado dos goles en esos siete encuentros.

La preocupación ha ido creciendo con el paso de las jornadas. Pese a la marcha de dos veteranas de peso como Aintzane Encinas y Maialen Zelaia –cuyo protagonismo, en cualquier caso, había decrecido considerablemente en los últimos tiempos–, el club había dado continuidad al proyecto de los últimos años, a los que se incorporaron jugadoras con calidad y experiencia en la categoría, como Claudia Zornoza y Bea Beltrán, además de Michi Goto. Las esperanzas en clasificarse para la Copa de forma más holgada que el curso anterior eran evidentes, pese a lo que se asumía que los primeros puntos tardarían en llegar, al empezar la Liga con los enfrentamientos con Valencia, Atlético y Barcelona.

El problema es que los pronósticos que sí se cumplieron en esas primeras jornadas, no lo han hecho después, cuando el calendario se ha suavizado. Peor aún, el juego del equipo ha ido a menos con el transcurso de las semanas. El club ha decidido solucionarlo con un cambio en el banquillo.