El Eibar disputó el pasado domingo su mejor partido de la temporada. El primero en el que fue capaz de marcar dos goles y también el primero en el que pudo remontar un gol en contra. Pero sólo sumó un punto, en casa y ante un rival directo, por lo que su situación en la tabla tampoco se alivió en exceso. Más aún teniendo en cuenta los buenos resultados de varios de sus rivales de la zona baja.

Sus números, de hecho, son todavía tan pobres, que las secuelas de los tropiezos son mayores que las de los éxitos. El partido frente al Levante exige continuidad, de juego y de resultado; sus efectos quedarían, por el contrario, muy diluídas con un traspié en Anoeta y una semana sin competición por delante para enfriar aún más el optimismo renacido hace ocho días. «Sería bueno ir al parón con algún punto más para ver la botella medio llena», reconoce José Luis Mendilibar.

Le toca intentarlo en un campo complicado, en el que puntuó en su primera visita (0-0) pero ha salido derrotado, aunque sea por la mínima, en las dos temporadas posteriores. Se enfrenta, además, a una Real en situación muy diferente, por mucha factura que le esté pasando su debilidad defensiva. Aunque este Eibar, que también encaja con demasiada facilidad –20 goles en contra los donostiarras, 22 los armeros–, tampoco parece el más capacitado para aprovecharlo, teniendo en cuenta que apenas ha sido capaz de marcar cinco goles en las diez jornadas precedentes. «Sobre el papel diría que va a haber muchos goles. El problema es que no hacemos muchos –asume Mendilibar–. Pero puede pasar cualquier cosa».

Lo que tiene claro el técnico es que será un partido «difícil». Para ambos. «Ellos empezaron muy bien, sufrieron un bajón, pero han vuelto a conseguir buenos resultados», aunque en la última jornada cayeron en Getafe. «Tienen muy buenos jugadores y su pretensión está en quedar entre los siete primeros. Será difícil para nosotros pero también para ellos», aventura el técnico. Y es que «poco a poco vamos haciendo el juego que quiero que hagamos y espero que en este partido se note», asegura Mendilibar, que cree que «estamos preparados para hacer un buen partido».

Cambios forzosos

El problema para los eibarreses es el de siempre, que afrontan la cita con los justos. Y eso que, por fin una buena noticia, Iván Alejo, totalmente recuperado, regresa a una convocatoria que, con el jugador del filial Imanol Sarriegi alcanza los 19 integrantes. Así que Mendilibar hasta podrá darse el «lujo» de realizar un descarte a última hora.

El problema añadido es que buena parte de las ausencias se concentran en la misma zona. Esta vez le toca al centro del campo, con Dani García sancionado, Gonzalo Escalante lesionado y Christian Rivera entre algodones. Del estado del asturiano dependerá en buena medida la alineación que salte hoy al césped.

Si Rivera está en condiciones, los cambios serían mínimos y se reducirían a suplir hombre por hombre, con el asturiano y Jordán –que no jugó la semana pasada– sustituyendo a Dani García y Escalante. Inui completaría el centro del campo, justo por detrás de los dos delanteros. El resto del once sería el mismo que se enfrentó al Levante, con la excepción del lateral zurdo, donde Juncà podría sustituir a un Cote que no acaba de hacerse con el puesto.

Si Mendilibar no ve a Rivera a punto, Imanol Sarriegi, que ya disputó los noventa minutos del choque copero frente al Celta, podría disfrutar de su debut en Liga. Habría que ver en ese caso si el técnico se limita también a realizar los dos cambios obligados o si retoca el dibujo reforzando el centro del campo. El sacrificado sería probablemente Kike García y Rubén Peña o Bebé entrarían en banda derecha, con Inui en el lado opuesto.

El encaje de bolillos habitual, por tanto, que Mendilibar asume con tranquilidad. «Estamos acostumbrados a las bajas, llevamos todo el año así. Es verdad que son muchas pero ha venido así y así lo tenemos que aceptar», asegura el zaldibartarra, que no pierde el optimismo. «Vamos con intención de hacer un buen partido y ganar y estoy seguro de que tendremos oportunidades», asegura.

Sarriegi, única opción local en el once

Por primera vez en la historia, un derbi entre Eibar y Real podría saldarse sin guipuzcoanos en el bando azulgrana. Y es que el porcentaje, no ya de jugadores de la provincia, sino de vascos en el vestuario armero se ha reducido a pasos agigantados desde su llegada a Primera.

En la plantilla sólo hay dos jugadores guipuzcoanos. Dani García, que había disputado los seis derbis anteriores en Primera pero que no podrá enfrentarse hoy a su exequipo tras haber visto la quinta cartulina amarilla frente al Levante, y Asier Riesgo, al que de momento le toca estar en el banquillo.

Curiosamente, la única opción local en el posible once azulgrana pasa por un jugador del segundo equipo, Imanol Sarriegi. El donostiarra, que ya fue titular la semana pasada en el partido copero contra el Celta, podría aprovechar las numerosas ausencias en el centro del campo para disfrutar de su debut liguero.

También el último derbi se saldó con un solo guipuzcoano con la camiseta azulgrana (Dani García); fueron dos (Riesgo, Dani) en los tres anteriores y tres (Errasti, Dani, Arruabarrena) en los dos de la 14/15, la campaña del debut en Primera del Eibar. A.U.L.