Joseba ITURRIA
DONOSTIA
Derbi en Anoeta

El once de gala de Eusebio impone su mayor calidad

La Real se impuso con claridad al Eibar en un derbi que sirvió para que el equipo blanquiazul cortara su mala racha de una victoria en los siete partidos anteriores de Liga, en los cuatro últimos de Anoeta sin ganar, a costa de ampliar la crisis de un Eibar que lleva siete jornadas sin triunfos y no logra cerrar su portería ni encontrar la de sus rivales.

REAL SOCIEDAD 3

SOC. DEP. EIBAR 1


La mayor calidad de la Real decidió el derbi guipuzcoano de Anoeta al aprovechar su primera oportunidad y, a partir de ahí, jugar con la ventaja del marcador y con la fragilidad del estado anímico de un rival que está en una dinámica negativa y no encuentra la salida a su crisis.

También la Real llegaba al derbi en una mala racha como local con dos puntos de los últimos cuatro partidos disputados ante su público, pero lo que no consiguió en ninguno de esos encuentros –marcar primero– lo encontró pronto ayer gracias a un cabezazo de Willian José, mal defendido por Gálvez, a centro de Odriozola, que también le asistió sin oposición. Algo que no gustó nada a Mendilibar.

El Eibar había comenzado mejor con tres ocasiones de Kike García, Inui y Sergi Enrich que desbarató Rulli y a la Real le bastó la primera para adelantarse y el conjunto azulgrana acusó demasiado el golpe. Januzaj se estrenó como goleador, pero antes estuvo a punto de marcar en dos ocasiones. En la primera pudo provocar además la expulsión de Dmitrovic en su salida fuera del área si llega a buscar la roja antes que el gol.

También José Ángel empujó a Odriozola con las manos dentro del área en una acción tonta que debió ser sancionada con penalti y el asistente anuló una opción clara de Oyarzabal. En esos momentos de zozobra del Eibar, en una segunda jugada tras un saque de esquina, el balón llegó a Xabi Prieto, que prefirió asistir a Januzaj que buscar el disparo y el zurdo dejó encarrilado el partido porque a este Eibar le resulta muy difícil marcar dos goles.

Bajó la intensidad de su presión, la Real empezó a jugar con comodidad y, aunque en los últimos minutos del primer tiempo intentó venirse arriba, en el primer minuto del segundo Oyarzabal sentenció tras un gran pase de Illarramendi. Rulli evitó que el Eibar pudiera pensar en meterse en el partido con una gran parada a cabezazo de Enrich y por eso el segundo tiempo careció de emoción pese al gol de Jordán y la Real controló el juego con su superioridad.

El estreno del once ideal

El Eibar estuvo mal, pero también porque la Real jugó un buen partido en la primera ocasión en la que Eusebio pudo alinear su once ideal con la vuelta de Zurutuza. Además el equipo blanquiazul no acusó jugar partido el jueves porque el Vardar no fue rival y además solo cuatro jugadores de campo repitieron de inicio y, uno de ellos, Iñigo Martínez, lo agradeció para seguir con su puesta a punto. Evidenció que va a más conforme coge el ritmo de partidos.

Eusebio se decantó por colocar a Januzaj en la banda derecha y a Mikel Oyarzabal en la izquierda y el de Bruselas marcó su primer gol oficial con la Real y el eibartarra el sexto en ocho partidos de Liga, al que sumar el que consiguió en su debut en Europa League ante el Vardar.

Mientras el técnico realista podía disponer por vez primera de todos sus jugadores básicos, y además en un buen estado de forma, Mendilibar vive la situación contraria por las bajas y porque el rendimiento del equipo tampoco le permite dar continuidad a un once, ni a un sistema de juego que funcione.

Comenzó con una defensa de tres centrales, con la entrada de Bebé pasó a jugar con un 4-4-2 y al dar la oportunidad de debutar en Primera en su ciudad a Imanol Sarriegi se decantó por un 4-3-3. Los cambios sí permitieron al Eibar tener unos buenos minutos en el segundo tiempo recompensados con su gol, pero no creó ninguna ocasión para marcar el segundo.

La Real pudo ampliar su renta con un cabezazo de Iñigo Martínez que obligó a Dmitrovic a una buena intervención y tuvo otra opción de Canales, al que la defensa del Eibar le abrió el camino de su portería sin que acertara a encontrarla. Pero Eusebio no lo vio claro y buena prueba de ello fue que no agotara los tres cambios y que cambiara el sustituido por el cántabro, que entró en el minuto 85.

Eusebio sabía de la importancia de romper la mala racha en Anoeta y llegar al parón con una victoria en el séptimo puesto a dos puntos del sexto y ni en partidos como el de ayer se atreve a cambiar lo que funciona. Luego no quiso confirmar que el de ayer es su once inicial, pero lo parece y es tanta la calidad que atesora que el Eibar tiene que defender mucho mejor para poder plantarle cara.