Ha muerto a la edad de ochenta y dos años Gregorio Sánchez Fernández, conocido para la gloria como Chiquito de la Calzada, un cantaor flamenco con un sentido del humor tan especial que creó un estilo, una manera y que introdujo en el idioma español algunas expresiones que ya se han instalado en la academia de la lengua popular, y que definen más que rápido que un tratado de filosofía. Dices “fistro” y abres un mundo inalcanzable de posibilidades de signos y significados. Le dio nuevo valor y significado a una palabra tan ordinaria como es “cobarde”, y multiplicó las voces de un surrealismo casi oriental, con su gestualidad, pero pronunciando como él solo sabía hacer para cargarla y desencadenar una explosión humorística con  neologismos como “guarreridas” o “diodeno”.

En este txoko hemos proclamado multitud de veces nuestra admiración, lo hemos calificado siempre como único, irrepetible y cuanto más se ha intentado imitarlo más se demostraba que era un fenómeno de la comunicación, que su estancia en Japón durante varios años, le había provocado una simbiosis en la que sus pasos eran cortos, sus expresiones físicas controladas, como esbozos y sus paseos por el escenario un tiempo de reflexión para que el espectador pudiera prepararse para unos finales de historias inverosímiles que en su boca se convertían en humorísticos. Sus chistes son imposibles de imitar. En boca de otro no son nada, palabras vacías. Era su composición lo que les daba valor. Empezó en televisión en un programa de cuentachistes con sesenta y dos años. En poco tiempo alcanzó la fama y el reconocimiento profesional y popular. Nos quedan sus vídeos. Hace poco pasaron una recopilación de sus actuaciones y era muy bueno. Adiós don Gregorio, nos dejas a Chiquito para recordarte siempre.